Presuntamente, el dos de julio será inaugurada la Refinería de Dos Bocas por el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador,
quien se empecinó con esa obra que hasta ahora ha generado muchos dolores de cabeza a quienes planearon, diseñaron y han encabezado la obra que presuntamente será entregada e inaugurada en los siguientes días con la presencia de Andrés Manuel López Obrador, quien seguramente podrá festejar el ver realizado uno más de sus constantes caprichos que mucho le cuestan al país y a los mexicanos.
El nombre de Dos Bocas surge porque así se ha llamado siempre la Barra junto a la cual se localiza, y que fue bautizada así por los conquistadores españoles encabezados por Juan de Grijalva, quienes llegaron a las Costas de Tabasco en junio de 1518, procedentes de las Costas de Campeche. El Puerto de Dos Bocas se localiza en el Municipio de Paraíso, Tabasco, y a ochenta y cinco kilómetros de Villahermosa que hasta ahora concentra una amplia gama de actividades comerciales, industriales y de servicios.
La obra emblemática del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, cuando el petróleo va de salida, se inaugurará el próximo dos de julio con la Presencia del Presidente de la República quien seguramente se sentirá satisfecho de haber alcanzado otro más de sus constantes caprichos sin importarle la viabilidad de los proyectos y mucho menos el costo cuando, repito, los combustibles fósiles van de salida por los graves niveles de contaminación que siguen provocando una brutal polución.
Hasta ahora la construcción de dicha refinería estaba cargo de la Paraestatal Petróleos Mexicanos y bajo la coordinación de Rocío Nahle, quien hasta ahora ha mostrado y demostrado que es una mujer a la que le encantan los negocios cuando de utilizar el dinero de los mexicanos se trata, porque hasta ahora se ha establecido que esta refinería estará a cargo de Pemex y la Secretaria de Energía, lo que quiere decir que seguirá siendo un excelente negocio para la Señora Nahle quien ha acumulado una considerable fortuna en estos años.
Con el costo de esta refinería, que dejará de funcionar en el corto plazo porque los combustibles fósiles van a la baja ante la utilización de la energía solar en los automóviles, costará alrededor de ciento sesenta mil millones de pesos, aunque el absurdo sea que tengamos petróleo y compremos gasolinas porque, el razonamiento arcaico de Andrés Manuel López Obrador señala que no podemos seguir comprando gasolina y que no se construye una refinería desde hace poco más de cuarenta años.
Y claro que no las hemos construido porque los vehículos que usan combustibles fósiles están a la baja ante los procesos tecnológicos que hasta ahora han aprovechado las bondades del sol, que no cuesta nada y nos permite bajar considerablemente los procesos de generación de esa polución proveniente de la quema de combustibles fósiles que han depredado el medio ambiente de grandes partes de este país. Andrés Manuel López Obrador vive en el pasado, y se siente cómodo ahí porque es lo único que aprendió. Pobre país. Pobres mexicanos. Al tiempo.
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Lic. En Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por el Instituto Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.