¡México creo en ti!

Soy un orgulloso egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, y también de la Escuela de Periodismo Carlos Septien García,

lo que me ha permitido concatenar una visión periodística dentro de los parámetros de la legalidad, y que ha dejado de manifiesto en todas mis colaboraciones desde hace más de cuarenta años en diversos medios de comunicación escrita, radiofónica y televisiva.

Nunca antes habíamos padecido en este país una extraviada y distorsionada concepción de lo que significa la preparación de profesionales en todos los alrededores del conocimiento, ni embate alguno que pretendiera suplantar los programas de enseñanza profesional, como ahora lo intenta hacer el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, de quien tengo que señaló que tardo quince años en cursar sus estudios universitarios, lo que habla de su odio por el conocimiento y la enseñanza.

Pretender utilizar las instituciones educativas del país como simiente de un proyecto de índole populista en el que el esfuerzo sea apartado del conocimiento, me parece aberrante, y por demás una gran estupidez producto de una experiencia propia de quien por ahora detenta la Primera Magistratura quien siempre se distinguió por ser un pésimo alumno que solamente pudo concluir su carrera profesional amenazando profesores durante más de catorce años que estuvo matriculado en la UNAM.

Ahora se le ha ocurrido que la más alta escuela de profesionales, la Universidad Nacional Autónoma de México, tiene que convertirse en una fábrica de profesionales sin que deban aprobar la serie de conocimientos que se vierten en las aulas. Matricularse y surgir de vez en cuando a clases presenciales no es el camino para que este país cuente con verdaderos profesionales del conocimiento de las distintas áreas académicas, que son necesarias en una sociedad tan disímbola y que ahora se pretende instaurar un proyecto que desechar el esfuerzo y el conocimiento como principal elemento de la preparación académica.

Quizá estos embates contra la Universidad Nacional Autónoma de México sean producto de esa frustración personal que siempre ha tenido el señor Andrés Manuel López Obrador, quien pese a ser el Presidente de la República y por ende el principal interesado en que los mexicanos de todos los niveles socioeconómicos can aspirar a prepararse en una institución que está catalogada dentro de las mejores en el mundo, y que hasta ahora ha cumplido con sus principales objetivos de formar y verter conocimiento en los hombres y mujeres que con su esfuerzo de varios años alcanzan su más caro anhelo , ser profesionales en las distintas áreas del conocimiento.

Si algo debemos dejar en claro los Universitarios, es que defenderemos con las armas si es necesario la conservación y preservación de nuestra autonomía, y mantendremos en alto nuestro lema que a la letra dice: “Por Mi Raza Hablará El Espíritu”. Ese ha sido nuestro credo, y lo vamos a seguir manteniendo pese a los embates de la sinrazón de quien habitaba Palacio Nacional, y que no por ese hecho habremos de respetarlo, porque hasta ahora lo único que podemos decir es que la destrucción de nuestro pasado plagado de heroicidad tendrá que pasar por encima de los millones de Universitarios que hemos recibido cátedra en la UNAM. Atrévase, Señor Presidente, y tendrá como respuesta la decisión de millones de universitarios que defenderemos con las armas, si es necesario, el lema de ““POR MI RAZA HABLARA EL ESPIRITU”

Atentamente

Vladimir Galeana Solórzano

Lic. En Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por el Instituto Carlos Septién. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.