Sin lugar a duda el gobierno encabezado por Andres Manuel López Obrador ha comenzado con el inevitable declive que ocurre siempre cuando se avizora
la finalización del periodo de su vigencia. En el caso que nos ocupa este espacio ha sido hasta ahora de un poco más de cuatro años, pero seguramente habrá quienes señalen que esos cuatro años han sido los más largos de la historia reciente del país a causa de los desatinos y los excesos protagonizados por el presidente de la República.
Para decirlo más claro, nunca antes un periodo presidencial se hizo tan tortuoso como el que por desgracia nos tocó vivir con Andrés Manuel López Obrador a la cabeza, quien se ha dedicado a hacer gobierno a través de sus constantes ocurrencias que a nada conducen, y la guerra de palabras todos los días para seguir epitetando a quienes no pensamos como el, y que hasta ahora nos define como sus principales adversarios, y quienes hemos sido blanco de sus constantes diatribas que han sido el sello del actual gobierno.
Pero como siempre he dicho, López Obrador es un ocurrente sobre dotado que todos los días tiene por adversarios a su alrededor a los conservadores de este aún maravilloso país. La guerra verbal ha sido siempre su mejor arma, pero al hacerlo desde el púlpito presidencial también intenta seguir aleccionando a las dispersas huestes que lo han seguido durante mucho tiempo, y que le han sido leales porque siempre creyeron en sus disparatadas propuestas que ahora lo mantienen en el reclamo de diversos Sectores poblacionales a causa de su incumplimiento.
Uno de sus mayores dolores de cabeza en los últimos días han sido las revelaciones filtradas por Guacamaya Leaks, que lo hicieron ver como un hombre desalmado, vil, y corrupto como todos aquellos a los que se refiere como sus adversarios. El mote del ““Rey del Cash” lo evidenciará siempre como un ambicioso del poder y de la manipulación de las masas, pero también evidencia sus mentiras porque ahora sabemos que no es lo que siempre dijo ser: honesto e incorruptible, porque ha dispuesto del dinero de los mexicanos de forma desleal para satisfacer su egolatría.
Quienes hayan sido los autores del desaguisado promovido por Guacamaya Leaks, ahora van contra el gobierno de otro ejemplar de lo más corrupto, además de ignorante, como es el gobernador de Veracruz, Cuitlahuac Garcia Jiménez, quien además carece de la mínima inteligencia. Ahora sabemos que El Cartel de Jalisco Nueva Generación lo tiene en la mira por haber apoyado la entrada del Cartel del Noreste y otorgándoles protección a través de sus principales mandos policiales.
El problema es que ya se desbordó la violencia, y el comienzo ha sido la quema de grúas en Las Choapas y Minatitlán. Como podemos observar, los principales integrantes de la mal llamada Cuarta Transformación son quienes han dado el permiso a los grupos delincuenciales para mantener el control de los estratos sociales en todas las latitudes del estado de Veracruz, esos que hasta ahora observan azorados que la delincuencia organizada es quien determina lo que se hace, como se hace, y con quien se hace, aunque los gobiernos de la Cuarta Transformación sigan con el lema “Por el bien de todos, Primero los pobres”. Efectivamente, esos pobres delincuentes que ahora son dueños de la mayor parte del país. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.