Sin lugar a duda estamos viviendo tiempos difíciles. Tiempos en los que nuestra seguridad ha quedado a merced de quienes se dedican a la comisión
de actos ilegales o bien a la delincuencia organizada. Y no se trata de una simple querella en un medio de comunicación como es El Punto Crítico, sino de una realidad que por desgracia hemos venido padeciendo en los últimos tiempos a causa de la negativa del actual gobierno para poner orden en todos los rincones del país que hasta ahora dominan las bandas delincuenciales.
Para decirlo más claro, el gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador ha abdicado de la persecución de los delitos que todos los días se cometen en todas las latitudes de este aun maravilloso país que hasta ahora se mantiene en vilo en todas sus regiones por la febril actividad de quienes decidieron abandonar el camino de la legalidad para insertarse en las diferentes bandas que asilan la mayor parte de los territorios de este suelo patrio tan alicaído y abandonado por sus principales gobernantes.
Las cifras de los homicidios que se cometen en la mayor parte del territorio nacional hablan de un brutal fracaso de la estrategia implementada por el presidente de la República que se ha centrado simplemente en hacer llamados desde el Púlpito Mañanero a los integrantes de las distintas bandas del crimen organizado para que dejen de cometer delitos, pero hasta ahora la única respuesta ha sido la violencia y la pérdida de innumerables vidas de hombres y mujeres por todas las latitudes del país.
Para decirlo más claro, la estrategia no es más que una simple ocurrencia del señor Andrés Manuel López Obrador quien todos los días pontifica y hace llamados que nadie escucha y mucho menos aquellos que se han convertido en profesionales de la violación del marco legal que norma la convivencia de todos los mexicanos. Para decirlo más claro, en tan solo cuarenta y tres meses el gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador ha permitido la muerte de ciento veinticuatro mil cuatrocientas cuarenta muertes violentas, lo que implica uno de los más grandes récords que se hayan registrado en la historia de este país.
Por cierto, durante el sexenio de Felipe Calderón, que tanto ha criticado el propio Andrés Manuel López Obrador, quien siempre lo ha descalificado, durante su administración se perdieron ciento veinte mil cuatrocientos sesenta y tres vidas, cantidad que por desgracia se queda empequeñecida por el récord que ahora es de quien detenta la Presidencia de la República, que alcanza la cifra de ciento veinticuatro mil cuatrocientas catorce muertes, y aún le quedan dos años de administración, lo que no es otra cosa que el sexenio más sangriento de la historia del país.
Hay que decirlo con todas sus letras, este país no merece un gobierno al cual poco le importan las vidas de los mexicanos de todas las latitudes, y cuyo mandatario cínicamente predica todos los días, y festina grandes resultados que son inexistentes por esa cachaza que tiene para engañar a los hombres y mujeres de esta gran nación. Sin lugar a duda será considerado el peor mandatario de la historia, y aunque no le guste recibirá como castigo el epíteto de ser el peor mandatario de todos los tiempos. Y claro que la historia lo juzgará y lo enviará al ostracismo, que no es otra cosa que el aislamiento. Mal haya la decisión de quienes lo llevaron al poder, porque nos engañó a todos los mexicanos. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.