Bien dicen por ahí que el periodismo en este país sigue siendo muy peligroso. Y tienen razón quienes lo han
señalado porque hasta ahora hemos constatado que la delincuencia organizada, y los principales carteles que gobiernan el territorio de este país, son quienes verdaderamente controlan la mayor parte del Mexico que antaño fue de los mexicanos, y que disfrutábamos al tener la oportunidad de salir a maravillarnos de los distintos lugares de su geografía, y la generosidad de sus hombres y mujeres que siempre recibieron con singular gusto a los viajeros que provenían de diversas latitudes. Hoy por desgracia esos territorios ya no son tutelados por la Federación a causa de la entrega que el Gobierno Federal ha hecho a las distintas bandas del crimen organizado.
Hasta ahora quien se ha ganado el respeto no ton solo por su trabajo, sino por su valentía para enfrentar y confrontar al mismo presidente de la República, ha sido sin lugar a duda Carlos Loret de Mola, quien todos los días vierte distintas opiniones acerca del fenómeno político y gubernamental, que sigue incomodando al inquilino de Palacio Nacional, porque como siempre no le gustan las críticas porque tiene la piel delgada y la lengua muy grande. Loret ha sido un muchacho valiente, certero en sus críticas, y mucho más en sus investigaciones, esas que han provocado diversos berrinches en quien por ahora mal encabeza el destino del país, pero siempre será más grande su trabajo que la estupidez del merolico mañanero.
Pero habrá que señalarle al inquilino de Palacio Nacional que el periodismo es una actividad y un servicio necesario para todos los mexicanos al proporcionar información detallada para que todos los mexicanos entiendan el porqué de la información para que se formen un criterio del acontecer cotidiano con la finalidad de que formen sus propias ideas, criterios, opiniones, y que saquen sus propias conclusiones de manera libre. La principal tarea del periodista es entregar a los ciudadanos información veraz y oportuna para hacer valer sus derechos ante la sociedad a través de sus opiniones y críticas que enriquezcan el debate público.
Quienes hacemos periodismo todos los días estamos orgullosos de nuestra profesión y del servicio que le brindamos a los mexicanos de todas las latitudes de este aún maravilloso país, porque somos apasionados de la verdad, y autocríticos ante lo que observamos y detallamos en nuestras participaciones en medios escritos, radio, televisión, y ahora en las redes sociales. Pero también es preciso señalar que el buen periodista se siente orgulloso de su profesión porque nuestra misión tiene un solo sentido y nuestra pasión por la verdad. Pero también somos autocríticos, y nos preocupamos por compartir el conocimiento de lo que ocurre, y la valoración de las consecuencias en la toma de las decisiones desde el esquema gubernamental.
Para decirlo más claro, quienes ejercemos el periodismo tenemos presente a Joseph Pulitzer, el húngaro que después adquiriera la nacionalidad americana y que siempre tuvo y mantuvo una competencia con William Randolph Hearst, quien dio origen al amarillismo en los medios de comunicación impresos. De ahí que los premios Pulitzer sean la referencia obligada cuando de exaltar la labor periodística se trata. En este país el “Premio Nacional de Periodismo” ha sido el reconocimiento de la sociedad y los demás periodistas a un trabajo de excelencia, y consiste en una escultura diseñada por el Maestro Juan Soriano, denominada “El Águila”. Pero también existen otros galardones, y en lo personal diré que fui distinguido hace algunos años cuando el Club de Periodistas me entregó el “Premio Mexico de Periodismo”.
Carlos Loret es hasta ahora el periodista que mayores incomodidades le ha provocado al Presidente de la República, y lo admiro por ello, por su valentía, y su apego a la verdad. Pero es también el que más ha sido atacado en este gobierno. Por mi parte diré que tuve que alejarme del centro del país a causa de la petición que hicieron desde Palacio Nacional para que dejara de ser Director de Noticias en EfektoTv y conductor de una a tres de la tarde. Andres Manuel López Obrador dejará de ser Presidente de la República, pero yo seguiré siendo periodista y puede tener la seguridad de que nunca me doblegaré ante cualquier intento de censura. Por fortuna las redes sociales ahora nos brindan la oportunidad de hacer lo que bien sabemos hacer sin que nos pretenda controlar el poder. El tirano se va en año y medio, y yo seguiré haciendo lo mismo. Esa es la diferencia. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.