Sin lugar a duda al presidente de la Republica se le hace tarde para alcanzar la modificación del Régimen Constitucional
que hasta ahora hemos detentado los mexicanos y tratará de imponer condiciones a las autonomías que durante muchos años hemos construido los mexicanos. Hoy la Universidad Nacional Autónoma de México está en la mira del inquilino de Palacio, y no tardará en intentar someterla a sus designios para mantener el control de la Enseñanza Superior. De ahí la intención de colocar en las áreas más sensibles de nuestra Alma Mater hombres y mujeres afines a su proyecto político que lo ayuden a diseñar un nuevo modelo de enseñanza Superior. Hasta ahora podemos señalar que Nuestra Alma Mater ha sido uno de los pilares fundamentales de la Enseñanza Superior de este país, y tratará de vulnerar la autonomía de la que ha gozado y alcanzado, insisto, con la única finalidad de someterla a nuevos programas de estudio más acordes a las aspiraciones de la izquierda latinoamericana de las que ha copiado la estrategia de sometimiento de los mexicanos de todas las latitudes para incrementar la presencia de su gobierno antes de la terminación de su mandato.
Si de algo podemos estar seguros es de que en cualquier momento surgirán grupos afines a la mal llamada Cuarta Transformación, para desestabilizar a la Comunidad Universitaria, y desgastar a quienes por ahora forman parte de la Junta de Gobierno, buscando someterlos a una nueva estrategia educativa en la que los universitarios formen parte de las huestes de su movimiento y de sus ansias reeleccionistas. Para decirlo más claro, quienes somos universitarios no podemos permitir que nos arrebaten la Autonomía de la que la propia UNAM ha gozado desde su fundación.
Andres Manuel Lopez Obrador está decidido a imponer su voluntad para controlar a las instituciones autónomas más sensibles de nuestra estructura de gobierno. Ahora es nuestra ““Alma Mater” la que está en peligro porque requiere mantener el control total para sus fines de alzarse con el poder de todo el Estado Mexicano, y eso no lo podemos ni debemos permitir quienes hemos sido formados profesionalmente en sus aulas, donde el pensamiento ha sido universal y variado y por lo tanto no aceptar el pensamiento único de su mal llamada Cuarta Transformación.
Siempre se hicieron señalamientos de que Andres Manuel López Obrador era un peligro para este país, y ahora descaradamente está corroborando todo lo que de él se señalaba. Pero los universitarios estaremos prestos para dar la batalla para evitar que en nuestra Alma Mater sea sumada a la estrategia del pensamiento único, que hasta ahora ha encabezado Andrés Manuel López Obrador, y la sarta de imbeciles que piensan que los mexicanos nos quedaremos callados y nos someteremos a sus designios.
Los universitarios daremos la más feroz de las batallas porque nunca aceptaremos que nos quiten la posibilidad de que seamos nosotros mismos quienes determinemos lo que se hace con la Enseñanza Superior, y mucho menos que el presidente de la Republica imponga sus más bastardas ambiciones en la institución que hasta ahora ha sido modelo de verdadera enseñanza y de la libertad del pensamiento. El presidente de la Republica tardó más de catorce años en terminar su carrera, lo que habla de su poco interés por el conocimiento, y si por desgracia llega a lograr su cometido, todos los mexicanos perderíamos la libertad del pensamiento. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.