Pese a lo que diga y señale el presidente de la República, Andres Manuel Lopez Obrador, acerca de la estrategia de
seguridad conocida como “abrazos no balazos”, las cosas no le están saliendo como pensaba o preveía, porque da la penosa casualidad que los respetables miembros del crimen organizado han preferido contradecir al presidente de la República, nada más para que entienda quienes son los que mandan en este gobierno. Y esa es una muestra clara de que hoy más que nunca el señor Lopez Obrador está a merced de lo que le ordenen los delincuentes.
Pero habrá que recordar que ya nos había dado muestras de su cercanía con ellos, principalmente el Cartel de Sinaloa, porque si mal no recuerdo recorrió varios kilómetros, cientos es más, simplemente para dar la mano a la madre del mayor traficante de drogas de la historia de este país, y quien seguramente pasará lo que le resta de vida en la carcel de máxima seguridad que tiene Estados Unidos donde purgará la cadena perpetua. Nunca antes un mandatario había asumido conductas de esta índole, pero de Andres Manuel López Obrador es un mandatario distinto que piensa distinto, y que opera políticamente distinto.
Por lo pronto en esos desplantes que tiene el Presidente de la Republica, ya generó un conflicto diplomático y propició un diferendo con una nación hermana que hasta ahora nunca ha pretendido entrometerse en los asuntos internos de este país, pero la mendicidad de Andres Manuel Lopez Obrador de intentar defender a uno de sus amigos que ha sido defenestrado en el Peru, a causa de sus conflictos internos, lo que propició la caída de Pedro Castillo, a causa de su incapacidad moral y por determinación del Congreso, asumiendo el cargo la Vicepresidenta Dina Boluarte.
La constitución peruana, al igual que la nuestra o cualquiera de otro país, siempre cuentan con recursos legales para sortear las crisis que pudieran presentarse. Y ese fue el caso de Peru, cuyo Congreso, que es la representación popular, como lo hacemos en este país, resolvió la vacancia del cargo Presidencial, es decir, su destitución por “incapacidad moral”, con ciento un votos a favor, decretando que asumiera la Presidencia de la República Dina Boluarte, quien ya hizo el juramento como lo indica la Constitución de ese país. Y claro que eso no le gusto al Presidente Mexicano, quien no tenia por que meter las narices en donde no le llaman.
Lo que debiera realizar el Presidente de la Republica, Andres Manuel Lopez Obrador, es asumir responsablemente su ejercicio presidencial sin meterse donde no lo llaman. No tiene nada que hacer reclamando a otro país sus decisiones. Es mas, su idiotez de sentirse el Paladín de los gobiernos populistas del Continente enviándoles enormes cantidades de dólares a los sátrapas que mantienen a los habitantes de esas naciones en las más mezquina de las condiciones porque la miseria ha sido su destino, con tal de que no tengan manera de iniciar una revuelta.
Se equivoca Andres Manuel Lopez Obrador con sus desplantes totalitarios, y le debiera dar vergüenza el daño que ha provocado con una nación hermana. Pero por fortuna le queda menos de año y medio de gobierno, y por fortuna los mexicanos hemos entendido que nunca más un gobierno populista totalitario debe generarse en este país. Bien por los tamaños de la mandataria peruana, mal por el ridículo internacional en que nos metió Andres Manuel Lopez Obrador. De verdad que tenemos un mandatario que ha enloquecido por el poder que ha alcanzado. Bien dicen por ahí que el poder atonta a los inteligentes, y a los tontos los vuelve locos. En consecuencia me permitiré hacer esta afirmación: Andres Manuel Lopez Obrador, ya esta loco sin lugar a dudas. Al tiempo.
This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.