El desplante de Sheinbaum

Sin lugar a duda, en cualquier momento se pudiera realizar una necesaria decisión que dejará muy poco gustosa a

Claudia Sheinbaum Pardo, quien hasta ahora ya se siente la con la candidatura presidencial en la bolsa del mandado. Pero como dicen por ahí, “del plato a la boca se cae la sopa”, y mejor es que se prepare para que no le vaya dar el soponcio en el probable caso de que no sea ella la "Candidata Presidencial" del Movimiento de Regeneración Nacional, después de los saldos que tiene pendientes con los niños muertos en el Colegio Rébsamen, y la infinidad de muertos en los accidentes por falta de mantenimiento en el Transporte Colectivo Metro. Para decirlo más claro, son más los resultados negativos que los positivos durante su gestión al frente del Gobierno de la Ciudad de México. Y de empecinarse el Presidente en que ella sea la candidata, seguramente se conformará un frente amplio para detener la intentona de que trascienda un gobierno comunista populista, que es lo que siempre ha aspirado el actual mandatario, quien buscaría extender su permanencia como el líder absoluto de una obediente pléyades de funcionarios que se plegarían de inmediato a las órdenes del líder.

Para que no quepa duada, a lo que más aspira el actual mandatario, no es trascender simplemente, sino la estructuración de un Maximato, en el que se convertiría en la encarnación del país mismo y él como líder que tendría el papel de autorizar lo que se puede o no se puede hacer. Así de simple, el juego que ha comenzado a estructurar Andrés Manuel López Obrador quien hasta ahora es el dueño de las estructuras gubernamentales, de los tres ordenes de gobierno. Claudia Sheinbaum o Ricardo Monreal serían las corcholatas necesarias.

De ser Marcelo Ebrard quien alcance la candidatura, podemos tener la seguridad de que habrá un gran respeto hacia Lopez Obrador, pero tampoco será simplemente una de sus corcholatas, porque tiene una mejor preparación que la mayoría de sus adversarios internos, y es un muchacho que ha sabido permanecer en el escenario político, porque tuvo al mejor maestro, y ese fue Manuel Camacho Solís, a quien la muerte le arrebató muchas posibilidades de haber sido uno de los candidatos a la Presidencia de la República.

El desplante público de Claudia Sheinbaum, reclamándole a Alfonso Durazo que no le haga caravanas públicas como se la hacen muchos de sus subordinados, ha calado hondo en el imaginario popular, porque algunos expertos en redes sociales se han dado vuelo dando a conocer el hecho. En lo personal si algo tiene que hacerse con un gobierno distinto, es el esclarecimiento de lo ocurrido en el Colegio Rébsamen, los muertos de la Linea 12, así como la corrupción galopante de la administración en la CDMX. Con su incriminación tendría al menos para que estuviera en la cárcel veinte años.

Que quede claro, hasta ahora quien mayores posibilidades tiene de alcanzar la candidatura morenista es Marcelo Ebrard Casaubón, quien ha hecho un gran papel al frente de la Secretaría de Relaciones Exteriores, y porque es un hombre preparado y con mucha experiencia. Su mentor fue uno de los mejores funcionarios que detentaron la Regencia de la Ciudad de México, el señor Manuel Camacho Solis, a quien la muerte sorprendió a edad temprana. El fue quien se encargó de la preparación de Marcelo Ebrard. Y por mucho que la señora Sheinbaum se sienta con la candidatura en la bolsa, no tiene nada que hacer frente a un funcionario que ha dejado constancia de su talento y lealtad al Presidente. Al tiempo.

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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.