El afamado Plan B era una iniciativa que buscaba modificar seis leyes secundarias en materia electoral, ante la
imposibilidad de realizar cambios a la Constitución. Desde luego que dicho Plan B recibió impugnaciones de diversos actores políticos y sociales a causa de la violación de una larga lista de derechos civiles. Y vaya que el inquilino de Palacio Nacional debe estar furibundo por la osadía de que sus propuestas fueron desechadas, pero como alguna vez dijera el mismo, ““que no me vengan con la cantaleta de que La ley es la ley”, y ahora tiene que entender que efectivamente La Ley es la Ley, y san se acabó.
Uno de los más importantes ha sido el enunciado que vulneraba el Derecho a la Libertad de Expresión porque prohibía que los partidos políticos contrataran propaganda en medios privados, y se limitaba su capacidad de difundir propuestas y posicionamientos ante el electorado. Pero había la posibilidad de que el Partido del Presidente de la Republica, incidiera desde la Oficina de Comunicación de la Presidencia a para otorgar ventaja al Movimiento de Regeneración Nacional.
Por otra parte existía el peligro de que se pudiera haber restringido el derecho a la Libertad de Expresión al prohibir que los partidos políticos tuvieran la permisibilidad de contratar propaganda en la diversidad de los medios privados que existen en toda la geografía del país, limitando así la capacidad para difundir sus propuestas electorales y los posicionamientos que realizarían en campañas, pero sobre todo ante el electorado que les resulta afin, porque cada fuerza política tiene una base de lealtad entre el electorado.
Tomar ventaja electoral simplemente porque son mayoría y gobierno, es algo que no podemos permitir los mexicanos, y que bueno que los miembros del Poder Judicial hayan perdido el miedo ante las imposiciones que les coloco en el pasado reciente, porque si de algo podemos tener seguridad los ciudadanos de este país, es que el Presidente de la Republica tiene urgencia de manipular la siguiente elección porque en eso le va la la tranquilidad o la incriminación.
Y hablo de incriminacion porque el Presidente de la Republica ha cometido diversas irregularidades que salen de sus constantes deseos de ampliar su mandato, simplemente porque es el titular del Poder Ejecutivo y piensa que los mexicanos ansiamos que él siga dirigiendo los destinos de este atribulado país que hasta ahora observa con azoro y temor el desmantelamiento de las instituciones para desviar los recursos a sus recurrentes caprichos.
Por lo pronto el Plan B ha sido sepultado gracias a la valentía del Poder Judicial, que ante los excesos de un mandatario que todo lo concentra en sus decisiones, han dado un muestra más de valentía e institucionalidad con la Patria, esa que hasta ahora sigue pretendiendo Andrés Manuel López Obrador hacer un papalote con ella, a causa de sus ansias dictatoriales que sigue manteniendo en sus más recónditos deseos, a pesar de que los mexicanos todos, hemos entendido que va a seguir siendo un peligro para este país. Así de simple.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.