Sin lugar a duda, cada día qué pasa el Presidente de la República necesita desviar la atención de los grandes hurtos y
yerros de su gobierno, y lanza culpas a diestra y siniestra simplemente porque él es el que tiene que reseñar los que hacemos todos los días aquellos mexicanos que pretendemos causarle daño a su Gobierno y a su investidura. De verdad que ya da pena ajena el inquilino de Palacio Nacional porque ya no encuentra la salida a los graves problemas que enfrenta su corrupto gobierno.
Los mexicanos de todas las latitudes nos hemos enterado de los grandes negocios que se han realizado al amparo del poder, y sobre todo de los que sus queridísimos hijos protagonizan para seguir enriqueciéndose y llevando caudales a guardar a los paraísos fiscales del mundo Árabe, además de las bóvedas que detentan en la zona bancaria de Houston, en el Estado de Texas, viajando cómodamente en un Jet de veintidós plazas que le quitaron a uno de los líderes petroleros cuando los asaltaron y les quitaron treinta y cinco millones de dólares en una sola noche.
Ahora ha comenzado una andanada de descalificaciones a la señora Xochitl Gálvez, quien se ha convertido en una de sus más acérrimas enemigas simplemente porque le dio por lanzar una crítica a su gobierno desde su curul en el Senado de la República. Y habrá que decir que hasta ahora la senadora no había respondido los embates desde el púlpito presidencial por prudencia y porque todo lo que ha mencionado el presidente no son más que aberrantes mentiras.
Y si algo tenemos que decir del Presidente de la Republica, es que tiene la piel muy delgada, porque ha estado acostumbrado a tener a su merced a todos los medios de comunicación, pero las redes sociales se han convertido en su más acérrimas enemigas, porque gozan de libertad y han sido los principales vehículos para dar a conocer sus excesos en el uso del poder. Pero más que todo, le ha dolido no saber a ciencia cierta quienes son los que dañan su prestigio como gobernante.
¿Quiere saber quienes somos? Habrá que decirle que estamos en todas las latitudes de este maravilloso país, porque si no se ha dado cuenta ahora somos la mayor parte de los mexicanos quienes estamos hasta el gorro de verlo destruir a nuestro país, y de ofender a una dama como lo ha sido la senadora Xochitl Gálvez simplemente porque cuenta con la tribuna más alta del país.
Que yo sepa, nunca he visto, oído, o siquiera mencionado, “el apodo” que el vulgo ha destinado para su aún compañera de Palacio Nacional, porque hasta ahora ha sido muy bien respetada, algo que no hace el estupido mandatario porque incluso ya ha lanzado epítetos a la señora Gálvez, quien hasta ahora ha seguido cuidando su calidad de dama, y no ha hecho caso de las altanerías del padre de los ladrones conocidos como “Los Trivagos”. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.