Sin lugar a duda, uno de los problemas a resolver en todas las latitudes de este aún maravilloso la país es el de la
seguridad pública. Y el problema es que esa delincuencia organizada ha llegado hasta el polo turístico más recurrido por el turismo nacional y extranjero. Quintana Roo es ahora presa de la delincuencia organizada que por desgracia llegó una vez que se dio el Cambio de Gobierno en la entidad.
Muchos dirán que ya estaba ahí, pero no en la dimensión en la que se encuentra en estos momentos. En otro más de sus desplantes la Gobernadora Mara Lezama ha establecido una coordinación entre los tres ordenes de gobierno: municipal, estatal y federal. Pero también habrá que señalar que la seguridad estatal se tiene que garantizar con diversos esquemas de disuasión a cargo de las policías municipales, y eso se realiza cuando existen elementos preparados, coordinados y con mandos dispuestos a hacer la tarea de forma eficiente.
En los tiempos que vivimos, garantizar la seguridad pública de los Quintanarroenses no es algo que se pueda alcanzar de la noche a la mañana, por el contrario, y más ahora que se menciona en todas las latitudes del país, que el Movimiento de Regeneración Nacional ha vendido las plazas y se han entregado a los distintos carteles de la delincuencia organizada.
No pretendo señalar a alguien en especial acerca del fenómeno delincuencial, pero de una forma u otra habrá que enfrentarlo antes que sean ellos quienes determinen quien se hará cargo de la conducción de este país. Mexico no merece una circunstancia de este tipo, pero todo indica que desgraciadamente seguiremos siendo rehenes del poder del crimen organizado. Sin lugar a dudas esta circunstancia es algo atípico en un lugar como es el sureste del país.
Mexico está en una difícil encrucijada, y para decirlo más claro, hoy el Presidente de la Republica no está más con los mexicanos, porque su lealtad es ahora con la criminalidad que lo llevó al poder con la promesa de entregarles el control de los territorios, esos que ahora son propiedad de esa delincuencia organizada a la que tanto hemos señalado quienes nos dedicamos a relatar el acontecer de los mexicanos de todas las latitudes del país. Mexico no merece una circunstancia como la que estamos padeciendo, y mucho menos esos hombres y mujeres que lo han engrandecido con su talento y entrega de todos los días para heredar a las futuras generaciones un país en el que no quepan las desigualdades y mucho menos los espacios en donde la criminalidad tenga el control.
Este es el Mexico de los mexicanos, y muchos esperamos que una vez concluido su periodo al frente del país, el Presidente de la República pueda ser enjuiciado por esa connivencia que ha tenido y mantenido con los criminales de este país.Para decirlo más claro, no faltará mucho para que la justicia de este país recupere su vigencia con un nuevo régimen en el que quienes cometan delitos no tengan que ser glorificados, sino que se aplique esas leyes que nos hemos dado los mexicanos para mantener la viabilidad de este aún maravilloso país y de una sociedad que impávida observa el acontecer cotidiano del crimen organizado que está encabezado desde Palacio Nacional. Así de simple nuestra circunstancia. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.