Una campaña política es un proceso de comunicación intensa, planeada y controlada, con la finalidad de persuadir a
los ciudadanos para que voten en favor de una opción política. Y mucho impacta en el proceso de convencimiento de eso que llamamos imagen pública, y cuando alguien pretende alcanzar un lugar en el ánimo de los electores, se necesita una sola cosa: reparación, preparación, preparación y más preparación. Por desgracia pareciera que uno de los presuntos precandidatos a la Presidencia de la República del Movimiento de Regeneración Nacional, anda un poco extraviado en eso de la preparación que debieron haberle dado antes de salir a buscar la simpatía de los mexicanos de todas las latitudes de este aún maravilloso país pese a las ansias destructivas del presidente de la Republica Andrés Manuel López Obrador.
Bien dicen los especialistas que los líderes de estos tiempos deben tener un cúmulo de cualidades que los distingan de los demás, y entre ellas están: audacia, honestidad, ética, capacidad, inteligencia, cultura, optimismo, eficiencia, cooperación, oportunismo, austeridad, solidaridad, lealtad, y sobre todo: democrático. Pero en el camino siempre encontraremos personas que mienten y se convierten en un dolor de cabeza para la mayor parte de los ciudadanos.
La Imagen Pública de un candidato o candidata tiene que ser sólida, porque eso que llamamos imagen pública no es otra cosa que la figura, representación, semejanza, y apariencia de una cosa o persona. Y el resultado de ese cúmulo de cualidades o habilidades es lo que permite una percepción compartida que produce una respuesta colectiva, favorable o desfavorable. Para decirlo más claro, la imagen pública es la herramienta principal de un candidato.
Toda persona crea a través del tiempo una imagen pública, y los elementos entre otros son la personalidad, conducta, actitud, empatía, valores y liderazgo, porque el crecimiento o declive de una persona o institución se centra en la Percepción que tienen los ciudadanos de alguien o de algo, pero también impactan favorablemente los estímulos y sobre todo la reputación. La imagen es el resultado de lo que hacemos y produce un juicio de valor en quien la concibe, por lo que su opinión se convierte en realidad.
En uno de sus recorridos por el país, Adán Augusto López estaba entre sus adeptos, y una mujer lo tomó por el brazo para caminar con él, pero él le propinó un brutal codazo con un dejó de enojo lastimando a la señora que se acercó para caminar con él. Adán Augusto López es un idiota porque no sabe lo que se tiene que hacer en una campaña política. Si no recibió entrenamiento previo a su campaña, es entendible que sea tan idiota de haber lastimado a una mujer. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Setién. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.