Ahora que anda haciendo campaña Presidencial, se ha afanado en tildar de corruptos a quienes del otro lado de la
mesa están haciendo su trabajo, pero hay un señalamiento que bien valdría la pena que los mexicanos reflexionaran, que dice: “Pelear con otra persona por defender a un político que ni siquiera te conoce, te convierte en un idiota”. Pero en el caso de la Señora Claudia Sheinbaum, que se da baños de pureza, no tendría yo más que decirle que es la mujer más corrupta de este país. Los Morenistas se afanan en pretender que los corruptos están del otro lado cuando ellos son la encarnación misma de esa corrupción rampante que se ha venido enquistado en la mayor parte de los funcionarios medios y altos en el esquema gubernamental, de esta alicaída República tan vilipendiada y robada por esa casta que integran los mayores ladrones que ha tenido la historia de este país, encabezados por el inefable mandatario Andrés Manuel López Obrador.
Durante muchos años, quien ahora detenta el poder, se dedicó a recorrer todos los rincones de la República Mexicana, con la finalidad de alzarse con el control del país a través de las grandes cantidades de dinero que le ministraron las más grandes organizaciones del narcotráfico, y que ahora están detentando todos los territorios de esta gran nación, porque el inquilino de Palacio Nacional les tiene que devolver el favor.
Y no han sido pocas las visitas que han realizado a Palacio Nacional, porque hasta ahora existe la instrucción de que los miembros de los distintos carteles de la droga no sean molestados ni siquiera con el pétalo de un comentario, porque el inquilino de Palacio Nacional no quiere tener problemas con quienes le han estado enviando diversos mensajes en torno al rompimiento de algunos pactos que establecieron con él, en sus visitas a Badiraguato.
Y claro está que Ismael Zambada, el “Mayo” como se le conoce, estará pendiente de que las cosas no se desborden, porque hasta ahora es quien está al frente de la organización delictiva y no existen registros en torno a su identidad y mucho menos los lugares en que se esconde, en lo más recóndito de la sierra de Badiraguato, donde no entra nadie que no tenga el permiso para hacerlo. Es más, ni siquiera la DEA se ha aventurado a pretender llegar a él.
Ahora que anda en Campaña, Claudia Sheinbaum se ha quedado callada en torno al tema del narcotráfico por recomendaciones del inquilino de Palacio Nacional, quien teme que en cualquier momento las instancias norteamericanas hagan públicos los expedientes en los que se menciona la permisibilidad del presidente de la República para que los diferentes carteles sigan haciendo su trabajo. Si las oposiciones se cohesionan y verifican los nexos del mandatario con el crimen organizado, el presidente de la República estará en un grave predicamento. Así de simple. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septinen. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación.