Sin lugar a dudas el ejercicio del poder es una circunstancia de la que nadie quiere separarse, y menos cuando se
detentan encargos de alta importancia, y mucho más cuando se es la cabeza de una organización administrativa, como lo es una Presidencia Municipal, una titularidad de alguna dependencia de gobierno, o bien una gubernatura de un estado como es Quintana Roo. Aquellos que señalan que el ejercicio del poder incrementa la estupidez en quienes no entienden que nada es para siempre, tienen mucho de razón, pero sobre todo de experiencia, porque nuca los cargos son para mucho tiempo, porque siempre existe y existirá una desleal competencia.
Bien dicen que esto se da en cualquier equipo político, por más cohesionado que esté, y eso quiere decir que cuando no existen posibilidades de permanencia, hay que buscar otros caminos. Pero ahí es donde la se conocen las lealtades y las deslealtades, así como la amistad y la enemistad.
Esa es la política que se practica en este país, pero bien decía Jesús Reyes Heroles que la política es el arte de las relaciones política, y la Armonía política uno de sus más caros anhelos. Hasta hora los escritos de ese hombre siguen estando vigentes, pero las costumbres y las lealtades han encontrado otros caminos, como ocurre siempre en cada circunstancia, y en algunas ocasiones sale peor el remedio que la enfermedad.
Muchos señalan que el poder político es la lógica del ejercicio de las funciones por parte de las personas que ocupan un cargo representativo dentro del gobierno, y esa circunstancia influye en el comportamiento ya sea del sujeto, o bien en el pensamiento o en el actuar de una sociedad.
De ahí que muchos tratadistas han señalado que “es legítimo cuando es elegido conforme a las leyes del país”. ¿Le suena aquello de que no habrá palomas mensajeras? Pues esa es una advertencia a la hora de cruzar una boleta electoral. Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septien. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con cincuenta años de experiencia en diversos medios de comunicación. Al tiempo.