Bien dicen por ahí que “Un hombre malo es capaz de quemar su propia nación hasta los cimientos para poder gobernar
sobre sus cenizas”. Y eso es lo que hasta ahora está pretendiendo realizar el Andrés Manuel López Obrador, quien cada día observa la disminución de ese enorme poder que llegó a acumular, y que ha comenzado a escribir una guerra contra sus presuntos adversarios, esos seres imaginarios que han estado saliendo de la calentura de sus odios personales.
Pero ya entrado en gastos, el Che Guevara” uno de los iconos del obradorato, es aquel mismo que dijo: “un revolucionario debe ser una fría máquina de matar motivado por odio puro”. Y esto nos da a entender el porqué del odio al periodismo y a los periodistas por parte del presidente de la Republica, quien envió a su vocero, Jesús Ramirez Cuevas, a señalar a los dueños de los medios de comunicación quienes deberíamos abandonar las empresas en las que durante muchos años hicimos nuestro trabajo periodístico.
Y efectivamente, el presidente López Obrador ha sido una fría máquina de la muerte, no tan solo de periodistas, también de los niños con Cáncer, que dejó en la indefensión cuando se negó a comprar los medicamentos. Aquel que juró en la más alta tribuna del país, diciendo “Protestó guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el encargo de Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, y si así no lo hiciera, que la nación me lo demande”.
Pues ha llegado la hora de que la Nación le demande al inquilino de Palacio sus constantes violaciones a la Constitución, pero hasta ahora nos tiene preparado una sorpresa, y que no es otra cosa que el Plan D, donde se cambia la Ley General de Responsabilidades administrativas, al eliminar la obligación de los Servidores Públicos de presentar su declaración patrimonial y de intereses. Además establece que solo podrán ser sancionados por faltas graves si hay una sentencia firme en su contra.
Pero el Plan C es otra estratagema del Presidente, y atenta contra la autonomía e independencia del Instituto Nacional Electoral y del Poder Judicial, que hasta ahora han sido instituciones necesarias para garantizar la legalidad y la equidad en los procesos electorales. Lo peor es que en la Cámara de Diputados ni siquiera existió un debate por lo que las oposiciones se retiraron del recinto considerando que la circunstancia era un albazo legislativo.
Nunca antes un mandatario violento tantas veces el orden Constitucional, y hasta ahora han sido los propios Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación quienes han sido valientes con la finalidad contener las aspiraciones totalitarias del presidente de la Republica. Pero ya se va, y al no contar con fuero tendrá que rendir cuentas a los mexicanos de todas las latitudes de este país, y desde luego si existen irregularidades ahí estará la ley.
Al tiempo.
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Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septién. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.