Una tragedia más...

Sin lugar a duda, los soldados de este país están entrenados para matar, como ocurre en la mayor parte de los ejércitos

en el mundo. Y lo peor de todo es que ahora se les ha encargado la vigilancia en las calles y en algunas ciudadanas donde la violencia se ha expresado crudamente, causando infinidad de muertos a causa de las incursiones de las bandas del crimen organizado.

Pero como dicen por ahí, las tragedias siempre se presentan cuando la estupidez se hace gobierno, y eso es lo que le provoco la muerte a un joven que apenas cumpliría los diecisiete años de edad, pero además era un buen estudiante que había recién cumplido el tercer años del Bachillerato. Armando Hernandez estaba haciendo lo que bien sabía hacer: desbrozar espacios de jardines.

El relato es que una camioneta cayó a la vía del tren en Nuevo Laredo, y después llegaron los soldados disparando, lo único que se le ocurrió fue correr para ponerse a salvo, cuando entró al local del "servicar", una bala que entró por su glúteo derecho le perforo los intestinos, saliendo por el abdomen y cuando cae al suelo, se arrastra para esconderse detrás de un nevera, y pide ayuda a una mujer que era encargada del local.

La mujer llamó pidiendo auxilio de una ambulancia que nunca llegó, por quien sabe a causa de que, pero la mujer del "serviciar" seguió intentando evitar que el muchacho se desangrara. Cuando llegó su madre al lugar simplemente le informó que los soldados le dispararon, pero le pedía a su madre que no lo dejara morir. Lo llevaron al hospital más cercano del IMSS, y les dijeron que estaba estable, pero que no lo podían atender porque era sábado y no había doctores.

¿Como diablos un hospital puede estar sin doctores? No tuvieron otra forma de intentar salvarlo que llevarlo al IMSS de la Bandera en el Centro de Nuevo Laredo, donde no quisieron recibirlo porque no era derechohabiente y no había médicos especialistas, y por desgraciados que son los encargados, le pidieron que firmara una hoja porque no había sistema.

Tuvieron que ir a un Hospital privado, llamado San Gerardo, donde les pidieron veinticinco mil pesos para poder atenderlo, la familia intenta reunir el dinero, pero el doctor que lo atendería tardó hora y media en llegar, y simplemente señalo que estaba muy feo la herida y tenían que atenderlo y operarlo, la,intervención quirúrgica duro seis horas, y después les dijeron que tenía que reposar.

Sobrevivió a dos operaciones, pero habría que conseguir para pagar los servicios médicos, cuando quisieron llevarlo a un hospital donde le cobrarían más barato, no les permitieron sacarlo por el dinero que se debía en el hospital, mientras tanto el muchacho perdió la vida. Lo entregaron muerto, simplemente porque no tenían en ese momento el dinero para pagar. ¿Y el juramento hipocrático? ¿Y la piedad Para quien no cuenta con el dinero en ese momento? Aquellos que hicieron el Juramento Hipocrático se volvieron mercenarios de la vida. !Mendigos y malditos sean los años que les restan de vida! Al tiempo.

This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

Lic. en Derecho por la UNAM. Lic. En Periodismo por la Carlos Septién. Conferencista. Experto en Procesos de Comunicación. Expresidente de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión, Miembro del Consejo Nacional de Honor ANPERT, con 50 años de experiencia en diversos medios de comunicación.