VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES

sinpunto

Muchas cosas raras pasan en este país el cual después de más de doscientos años no hemos terminado de construir. Hay muchos rubros que se nos han quedado en el camino como retos que no hemos sido capaces de superar, y algunos de ellos se refieren a la igualdad, a esa condición que pareciera quimérica para un pueblo donde las diferencias resultan abismales en la mayor parte de la población. México mantiene en la letra de sus principales ordenamientos preceptos que muchos se empeñan en destruir o al menos impedir que se realicen o se consoliden, y eso responde a que hay más adeptos para las diferencias que para las coincidencias.

Los ricos prefieren seguir siendo más ricos cada día antes de compartir éxitos con aquellos a quienes identifican como fracasados. Un rubro que nos tiene que preocupar dentro de esas diferencias que tanto nos agobian, es la violencia que se ha venido incrementando en contra del género femenino. Para decirlo de otra forma, de acuerdo al informe "Órdenes de protección en México: mujeres víctimas de la violencia y falta de acceso a la justicia" del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, de 58 mil mujeres que sufrieron violencia y buscaron ayuda legal el 21 entidades, sólo el 7 por ciento (unas cuatro mil) la recibió.

Escudriñando el informe de referencia, entre los hallazgos más relevantes se destaca que autoridadesde Durango, Jalisco, Morelos, Nuevo León, Puebla, Querétaro y Tlaxcala, admitieron no haber emitido ninguna orden de protección , aunque existe la violencia. En Puebla por ejemplo, la procuraduría del estado registró 6 mil 237 casos de violencia de género, pero no emitió ninguna orden porque "las agraviadas no optan por esta prerrogativa". Este simplista razonamiento es parte de esa carencia de mística para desterrar de una vez por todas esos atavismos que todavía se presentan en las sociedades actuales.

El mosaico del conservadurismo en México es real, y pareciera que nos seguimos empeñando en mantenerlo con tal de evitar que las mujeres adquieran definitivamente esos derechos que tanto les hemos negado. La violencia contra las mujeres proviene de las actividades masculinas, pero nos empeñamos en pensar que ellas así lo quieren para justificar nuestra deleznable conducta producto de esas desviaciones culturales y sociales que aún mantenemos. O rectificamos o terminaremos siendo presa de nuestra propia mendicidad. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.