EN NOMBRE DEL PUEBLO
“Pueblo” proviene de populus y hace referencia a tres conceptos: habitantes de una región, a la población de menor tamaño que una ciudad, y a la clase baja de una sociedad. De conformidad a la primera definición, el pueblo es el conjunto de los habitantes de una región, nación o país. Estas personas constituyen una comunidad porque comparten cuna cultura similar.
La segunda se refiere a que el pueblo es una entidad poblacional que se dedica a las tareas agrícolas y que vive en zonas rurales. La tercera hace referencia al pueblo llano, una clase social también conocida como la plebe, las masas o el pueblo trabajador. El término pueblo se ha usado de diferentes modos, pero es común que se llame así al conjunto de personas que se mueven con un mismo objetivo de vida o que comparten los límites de un territorio.
Actualmente se denomina así al conjunto de personas que integran el Estado, y donde no existen privilegios de raza, sexualidad, religión o estatus económico o social. El pueblo está formado por todos los individuos que ante la ley están en igualdad de condiciones. Sea cual fuere la acepción del significado de la palabra, es condición y referencia indispensable de los grupos de interés político, social y económico, que se aducen como sus representantes. Cuando alguien pretende justificar sus acciones, en la mayor parte al margen de las disposiciones legales, siempre acude a ese pueblo al que dice representar, o califica sus actos como una necesidad de ese pueblo al que señala pertenecer.
Las acciones emprendidas por las organizaciones magisteriales que se oponen a la reforma educativa, curiosamente siempre encuentran justificación en ese pueblo al que dicen defender y pertenecer sin que alguno de sus integrantes les haya mandatado para ello. Me parece que el pueblo poco aprecio tiene por quienes paralizan carreteras, quienes dejan de atender las necesidades de aprendizaje de los mexicanos del futuro, y utilizan la violencia como justificante de su lucha. También justifican en nombre de ese pueblo los excesos de grupos armados al margen de la ley que se asumen como guardianes y depositarios de un mandato para el que nunca tuvieron avales, y que tiene como finalidad denostar y agredir a los rivales.
En nombre del pueblo se han cometido los mayores excesos por aquellos que carecen del reconocimiento legal y cuya referencia no es más que la justificación y el escudo para sus criminales actos. México requiere con urgencia el rescate de la legalidad y el sometimiento de todos por igual ante la ley, sin distingos ni derechos productos de las prebendas obtenidas a base de la presión y la simple oposición producto de sus intereses grupales y gremiales. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.