La impunidad con que se han conducido los mugrosos sujetos que se apoderaron de la Torre de Rectoría en Ciudad universitaria para reivindicar la reinserción de cinco alumnos que fueron expulsados de uno de los planteles del Colegio de Ciencias y Humanidades,
y cuyo líder está siendo procesado por haber cometido el delito de robo en una tienda departamental, es propia de los tiempos que vivimos. Desconozco si el Gobierno de Enrique Peña Nieto esté dispuesto a enfrentar los problemas o simplemente se contentará con dejarlos pasar, aunque en muchos de ellos se haya y se sigan cometiendo un sinnúmero de delitos. Hasta ahora las autoridades federales han sido contemplativas, pero tampoco el Gobierno del Distrito Federal ha puesto su grano de arena para evitar que los mugrosos delincuentes sigan ahí.
Por lo pronto cinco ex rectores de la Universidad Nacional Autónoma de México emitieron un pronunciamiento dirigido al Gobierno de la República, a la comunidad universitaria y a la ciudadanía en general, en el que piden a las autoridades competentes que contribuyan a que se restablezca la normalidad, y se eviten severos daños morales, físicos y económicos a la institución. Me parece que tanto el Gobierno federal como el Gobierno de la Ciudad de México son competentes para resolver este penoso asunto que tiene a la comunidad universitaria al borde de pretender hacer justicia por su propia mano. Tienen razón Guillermo Soberón Acevedo, Octavio Rivero Serrano, José Sarukhán Kermes, Francisco Barnes de Castro, y Juan Ramón de la Fuente.
De no intervenir las autoridades locales o federales pudiera darse el caso de que los mismos alumnos realicen un asalto y golpeen a los ocupantes, máxime que en este tipo de acciones por lo regular participan aquellos que practican deportes extremos. Para decirlo de otra forma, lo que no pueden esperar las autoridades es que exista una reyerta de la cual tengamos algo o mucho que lamentar. Por eso hay que dejar en claro que la autonomía universitaria implica la libertad de cátedra y el manejo autónomo del presupuesto que se asigna anualmente a la UNAM. No existe extraterritorialidad, por eso tanto las autoridades del Gobierno del Distrito Federal como del Gobierno Federal son competentes para realizar el desalojo.
Desde luego que queda claro que el gobierno local no realizará ninguna acción desde el momento en que se ha comprobado que son las falanges radicales de la izquierda citadina las responsables de la toma de la rectoría. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.