Pareciera que México ha entrado en una espiral de desvergüenza de sus principales actores políticos, y de impunidad para aquellos que antes que servir se ha dedicado a servirse desde los cargos políticos o de elección popular que detentan. Muchos añoramos aquellos ayeres en que el ejercicio político era digno y encarnaba los valores de una República a la que se respetaba y por la que se trabajaba. Ese respeto por la investidura se ha perdido, se ha extraviado en los laberintos de la inmadurez y la carencia de formación. Ahora cualquier imbécil alcanza altos
cargos sin entender mi siquiera la o por lo redondo. Los excesos de las cúpulas partidistas se ven reflejados en el deleznable comportamiento de los improvisados y sinvergüenzas sujetos que piensan que todo lo merecen.
Cada vez que observo la falta de respeto que algunos políticos tienen con lo que representan y con la gente que los eligió, lo único que siento es asco y Pena por esta patria tan nuestra y tan lastimada. México no merece el trato que le están dando esos políticos desvergonzados que piensan que todo lo merecen por haber llegado a detentar un cargo que denigran con su comportamiento ajeno a los intereses de la gente y cercano a esos grupúsculos que piensan lo son todo. Observar la rebatiña que traen los panistas en la Cámara de Senadores tratando de disputarse los más de doscientos millones de pesos que tienen las coordinaciones que detentan es ofensivo y grosero para los cerca de cincuenta millones de pobres que tiene este país.
Amenazar sin fundamento al partido en el poder para que cedan espacios mediante la denuncia sin sustento intentando provocar una negociación para conservar lugares que la gente ya no esta dispuesta a darles, es un recurso propio de ladrones y estafadores. La negociación del llamado Pacto Por México que todos pensamos sería la panacea para que los partidos privilegiarán las coincidencias y no las diferencias, ahora es motivó de reyertas y disputas internas entre los grupos de interés que olvidándose del país quieren prebendas y concesiones que la gene no les ha dado. La desvergüenza es brutal. Más que políticos parecen ladrones y salteadores.
El comportamiento de la señora Luz María Beristain, quien para desgracia de muchos mexicanos alcanzo una senaduria, es algo que genera un generalizado encono entre quienes pensamos que tiene todo de retrasada mental y poco de representante de un estado en la tribuna más alta del país. Ofender porque cerraron el vuelo cuando llego con nueve minutos de retraso a la hora de la salida habla de sus escasas luces y falta de madurez como ser humano. Mentir como lo hizo para justificar su impropio proceder acusando a una empleada de faltarle al respeto cuando el vídeo muestra todo lo contrario habla de una mente retorcida. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.