¿Y NUESTROS POLICÍAS?

sinpunto

Cada día que pasa a nuestros honorables miembros del crimen organizado les da por colocar en el más brutal de los ridículos a nuestras cada día menos profesionalizadas policías. Lo que debiéramos esperar los mexicanos es que nuestras fuerzas policiales compitieran por la delantera en asuntos de avances tecnológicos, pero nuestra realidad es inversamente proporcional a las aspiraciones de nuestros connacionales. Quizá ello explique el motivo por el que

estamos como estamos, o para decirlo de otra forma, eso explica el que nuestras policías siempre anden algunos años atrasados en comparación con los criminales. Muchos especialistas afirman que los avances tecnológicos están a disposición de los criminales antes que en las esferas oficiales por una simple razón: ellos no realizan concursos y pagan de contado.

Hace algunos años cualquiera que se internaba en el populoso barrio de Tepito podía constatar que lo que ahí se expendía u ofrecía superaba con mucho a la imaginación. Armas de todo tipo con todos los adelantos tecnológicos, aditamentos para vehículos que en los catálogos de las armadores eran superiores en precio hasta cinco veces, y ni que decir de los productos robados que cualquiera adquiría por la quinta parte de su precio comercial. Todo se encontraba en Tepito y todo se sigue encontrando ahí. Hace menos de tres años las empresas compraban padrones electorales para el envío de correspondencia ofertando sus productos, incluso hasta los directorios telefónicos clasificados de ofertaban. Fue un escándalo que provoco acuciosas investigaciones para detectar quienes y como habían filtrado ese tipo de información tan presuntamente protegida en los archivos del Instituto Federal Electoral, pero nadie fue consignado y el tiempo se encargó de sepultarlo en el olvido colectivo.

Ahora resurge un escándalo similar. Por sólo cuatro mil pesos ahora cualquier persona puede tener en sus manos el padrón electoral del IFE, o los números de cuenta y datos personales de millones de clientes de las instituciones bancarias. También se puede encontrar un menú completo de información que presuntamente debiera ser confidencial, y que va desde registros oficiales de afores hasta usuarios de empresas telefónicas. La única explicación oficial que se ha dado es que una red internacional que opera a través del internet, es la responsable del tráfico de este tipo de productos, y que puede ser utilizado eficientemente por el crimen organizado.

Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.