A la llegada de Andrés Manuel López Obrador al Gobierno de la Ciudad de Mexico, de inmediato dio la orden de buscar una fórmula alterna al clientelismo que mantuvo durante tanto tiempo a los tricolores en el ejercicio gubernamental. Mucho tuvieron que cavilar los encargados de tan importante estrategia pues el sistema político ideado por Plutarco Elias Calles resultaba cuasiperfecto, y más difícil idear otra forma de funcionamiento tan eficiente
como la que se tenía para mantenerse por tiempo indefinido en el poder. Finalmente encontraron la fórmula perfecta a través de una copia mal hecha de lo que en su momento instrumentaron en Estados Unidos en la tercera década del siglo pasado para salir del marasmo económico en que los había metido la crisis de 1929, y que había propiciado una brutal pobreza en la mayor parte de los ciudadanos.
Franklin Delano Roosevelt fue un visionario que comprendió que mientras no existieran recursos entre los más pobres no habría oportunidad de rehacer los procesos económicos y los estadounidenses seguirían empobreciendo dramáticamente. Fue así como ideo lo que en su momento se denomino "The New Deal", traducido al español como "El Nuevo Trato" que consistía en dos grandes ejes para reorganizar los procesos económicos que les permitieran convertirse nuevamente en una potencia mundial. El primero consistía en otorgar capacidad de compra a los pobres para motivar los procesos de la economía en los bajos estratos de la población, y por otra parte comenzar con las grandes obras carreteras, enormes puentes y autopistas, para detonar el empleo.
Así nacieron los programas sociales que después diría el señor López Obrador que eran de su autoría, aunque después tuvo que aceptar que los había copiado del modelo que permitió a la nación norteamericana emerger como la primera potencia mundial y después ganar la Segunda Guerra Mundial consolidando su poderío. Eso fue lo que puso en práctica López Obrador en la Ciudad de México para establecer un clientelismo que a la fecha ha permitido al perredismo mantener su hegemonía en el Gobierno del Distrito Federal. Por eso la reacción de los Jefes Delegacionales ante el anuncio de la Secretaria de Desarrollo Social del Gobierno Federal de implementar la "Cruzada Nacional Contra el Hambre" en el Distrito Federal, particularmente en las Delegaciones políticas.
Resulta incomprensible la deleznable conducta de los funcionarios de negarse en un inicio a que se implementara el trabajo del Gobierno Federal simplemente porque pretenden seguir manteniendo el control clientelar de los sectores desprotegidos de la población. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.