Uno de los problemas por los que pasan los partidos políticos es el desdibujamiento ideológico que han sufrido a partir de los agresivos procesos de la globalización y el poder que han adquirido las redes sociales. Aunque muchos de los presuntos ideólogos no lo quieran aceptar a causa de que se mantienen anclados en el pasado, la apertura salvaje de los mercados mundiales han obligado a la
mayor parte de las naciones del orbe a escoger un camino: adecuarse o arrinconarse. Muchos regímenes de los llamados totalitarios han tenido que rectificar sus perfiles ideológicos ante esta circunstancia, y otros eligieron el aislamiento para evitar una presunta contaminación ideológica condenando a sus pueblos al ostracismo y al oscurantismo, y porque así conviene a sus intereses.
Sea como sea, los perfiles ideológicos han tenido que adecuarse al entorno de la globalización y a las exigencias del momento, pero también existe un elemento que ha venido alterando destinos, como es el caso de las redes sociales que han provocado reclamos espontáneos y más organizados que aquellos que surgían de los procesos de la capacitación y adiestramientos ideológicos. Las redes sociales han marcado el despertar de muchos grupos que se mantuvieron en la inconformidad y sin posibilidad de articularse para tener un peso específico en el reclamo o en la propuesta. Pero eso no lo han entendido algunos líderes que siguen con las prácticas arcaicas del pasado reciente, porque también hay que decir que los procesos tecnológicos caminan a veces más rápido que las voluntades humanas.
En la práctica política del México de hoy los políticos han adoptado una peculiar forma de presentar los resultados, esos que antaño se calificaban entre derrotas y triunfos, y la explicación es que ante la rendición de cuentas lo mejor es utilizar la estrategia del vaso medio lleno o medio vacío, según la óptica con el que se le mire. Por otro lado la teoría de Gorbbels de que una mentira repetida mil veces se convierte en una irrefutable verdad, sigue siendo otro de los caminos más viables para esos políticos cada día más ávidos de notoriedad y de permanencia en el escenario público. Jesús Zambrano Grijalba es uno de ellos, pero en los últimos días anda un poco más revolucionado porque siente que le llega el agua a los aparejos.
Si algo se tiene que decir del Partido de la Revolución Democrática es que ha sido el gran perdedor de los procesos electorales que se realizaron en catorce estados el fin de semana pasado, pues al día siguiente de conocerse los resultados el señor Zambrano señalo que el PRD seguía siendo la principal fuerza política entre las izquierdas y que el triunfo obtenido en Baja California lo colocaba en una inmejorable posición. El PRD no gano, participo del triunfo obtenido por los panistas. El miércoles pasado el señor Miguel Ángel Mancera se fue a lanzar la primera pelota en un partido de Béisbol donde participaba Andrés Manuel López Obrador, por lo que el señor Zambrano le mando el masaje de que no olvidara quien lo había llevado a la Jefatura de Gobierno. En esto de que la forma es fondo, la que utiliza el señor Zambrano es propia de aquellos que saben que su fin está a la vuelta de la esquina. Pobre PRD con tan poco líder para tan pequeño partido. Al tiempo.This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.