SIN PUNTO Y COMA
¿QUE LES PASA?
Algo está pasando en el Gobierno del Distrito Federal y poco parece importarle al señor Miguel Ángel Mancera. No pretendo con esto culparlo de las conductas impropias de algunos Jefes Delegacionales, pero bien haría en intentar poner orden desde ahora antes que se le descompongan más porque sin duda afectará sus aspiraciones futuras. Si el señor Mancera llega a decir que no quiere ser Presidente de la República me queda claro que estaría mintiendo, porque cualquiera que se dedica a una carrera pública tiene aspiraciones de llegar a la cúspide, al lugar que todos sueñan llegar pero que está destinado para unos pocos. Por eso señalo que si el señor Mancera quiere, más le vale ir poniendo orden entre los Jefes Delegacionales, afectos y desafectos.
No todos tienen su mismo origen, es más, creo que él no incidió en las candidaturas porque las tribus convertidas en mafias tienen mano en la estructura territorial del gobierno central. Por eso los Jefes Delegacionales se manejan como reyezuelos, como “Señores de Horca y Cuchillo” en cada una de sus demarcaciones. El haber sido elegidos por el voto les otorga esa condición, y su naturaleza les indica que su voluntad está por encima de cualquier otra autoridad. Aunque han sido acotados en el manejo del presupuesto se las ingenian para hacer de las suyas en detrimento de aquellos a quienes debieran servir. El ambulantaje es parte de esa delincuencia que han implementado para hacerse de recursos para las campañas venideras. No hay un solo espacio en donde no se venda piratería, contrabando y drogas porque forman parte de una misma organización de criminales organizados.
Maricela Contreras es un claro ejemplo de la forma en que las mafias del poder funcionan de forma impune en el Distrito Federal. Pese a las evidencias que han dado sus principales colaboradores extorsionando a propietarios de restaurantes y bares con la amenaza de cerrar los establecimientos, siguen tan campantes. Ni que decir del cobro de piso que antaño era exclusividad de las bandas criminales. Pero también hay que decir que no han inventado nada nuevo porque siempre ha sido así. Las cuotas que les imponen aquellos que los llevaron al encargo es parte de esa manifestación conductual.
En Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo el mercado es más amplio y lo aprovechan muy bien. Los llamados “giros negros” gozan de cabal salud porque cuentan con la protección de los altos mandos delegacionales. Ahora les toca al gremio de los voceadores a quienes Alejandro Fernández y Víctor Hugo Romo tienen en la mira para despojarlos de sus lugares de trabajo con tal de ceder mayores espacios a las mafias del ambulantaje. La pantomima de las consultas públicas fue eso solamente, porque los pantalones del señor Fernández están por encima de la voluntad de los ciudadanos. En los lugares donde ellos decidieron que no habría parquímetros de cualquier forma se colocaron para cobrar el derecho de piso. ¿Qué les pasa? Su voracidad no tiene límites. La voluntad de los ciudadanos por hacerlos cambiar tampoco. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.