RECONSTRUCCION ENTRE RICOS Y POBRES

sinpunto

No ha sido fácil para el Presidente de la República administrar un país con índices de una severa recesión económica y un creciente desempleo, y tampoco cuenta con una varita mágica para dar resultados desde el momento de ocupar la Primera Magistratura. Poco entienden de la función gubernativa quienes aducen el fracaso como la consecuencia de una administración carente de experiencia para capear el temporal, porque si mal no recuerdo la crisis internacional tiene poco más de seis años que se inició con el problema hipotecario en Estados Unidos.

Una circunstancia peculiar de la economía mexicana es que no ha crecido a la altura de su potencial en los últimos treinta años, alcanzando solamente 2% anual en promedio debido al nulo incremento de la productividad.

Sin lugar a dudas el frenazo económico obedece a un factor interno por la crisis de la construcción pública y privada, la crisis petrolera y la baja producción. De acuerdo a predicciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, y como van las cosas, en 2030 solamente Veracruz, el Distrito Federal y el Estado de México, estarán por encima de la línea de la pobreza. Hasta ahora México ha sido el único país de la OCDE sin seguro de desempleo pese a que el 45% de los mexicanos viven en la pobreza. Para seguir con las cifras negativas, la OCDE señala que de los 2425 municipios del país solamente diez lograrían sobrevivir con sus propios recursos. Por otra parte, 61.2% de la población, lo que significan 72 millones de mexicanos, carecen de acceso a la seguridad social, y el 60% de los trabajadores están en la informalidad.

Hay que señalar que independientemente de que somos una fábrica de pobres muy exitosa, también fabricamos a los hombres más ricos del mundo. Los poderosos empresarios mexicanos han incrementado casi al doble su riqueza desde que inició la crisis hipotecaria en Estados Unidos, y para desgracia nuestra seguimos concentrando el 45% del Producto Interno Bruto en cerca de 245 mil personas, y el restante 55% en casi ciento quince millones de mexicanos. El problema de México es que la evasión fiscal alcanza el 80%, con lo que seguimos comprobando que los que más tienen son los que menos pagan.

Enrique Peña Nieto tiene una sola finalidad para los próximos meses: iniciar la reconstrucción del país, y deberá poner su mayor empeño. El problema es que para ello se requiere dinero, y hasta ahora solamente contamos con esos 27 mil millones de pesos que se destinarían a la reincentivación de la economía, aunque también podemos decir que la construcción es la mejor manera de detonar los procesos económicos. Si observamos el panorama no es tan desolador, lo desoladoras son las complicidades entre las oposiciones para detener la marcha de un gobierno que apenas comienza. La mendicidad es brutal en la política mexicana, pero la decisión de quienes conducen el país tendrá que estar por encima de todo, incluso de aquellos a quienes les conviene que sigamos fabricando pobres. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.