La revista Forbes volvió a dar de qué hablar en este país al publicar una lista de los diez hombres y mujeres más corruptos de México. No se puede decir que son todos, pero la realidad es que a esa lista le hace falta una buena actualización ya que tampoco están otros que debieran estar.
No pretendo convertirme en una extensión de la afamada revista norteamericana, pero cualquiera sabe en este México nuestro de lo que son capaces los políticos, y también los no políticos, esos que bajo la apariencia de honestos empresarios se dedican a realizar actos de corrupción para vender sus productos a los gobernantes, aunque los adquieran de otros fabricantes y los vendan como suyos.
Esos empresarios a los que me he referido, son favorecidos por esos políticos que aspiran a mantener relaciones de amistad con los poderosos, quienes una vez que dejan el cargo los desechan como si fueran basura porque el dinero no mantiene amistades, sino intereses y complicidades. Pero regresando a la lista publicada por Forbes en la que aparecen personajes que han gozado de tremenda impunidad durante muchos años y que han acumulado riquezas incalculables al amparo de las complicidades con los políticos encumbrados, si bien es cierto que Elba Esther Gordillo Morales es corrupta, también lo es que durante muchos años le sirvió al poder, tanto a panistas y tricolores por igual, por lo que las convicciones políticas tampoco tienen el color de un determinado partido cuando de obtener dinero mal habido se trata.
De Carlos romero Deschamps ni qué decir, pero en la misma circunstancia que “La Maestra” sigue siendo útil a los actuales gobernantes. Raúl Salinas de Gortari es la expresión más acabada del enriquecimiento desde el poder, al igual que Andrés Granier, Humberto Moreira o Tomás Yarrington. Un capítulo especial debiera tener Genaro García luna, un hombre que en lugar de vivir plácidamente en Estados Unidos debiera estar purgando una condena similar a la cadena perpetua. Alejandra Sota es otro ejemplar de la fauna nociva de la política, y quizá ni siquiera una larga condena de años alcanzaría para que pague lo que hurtó desde la oficina de la Presidencia de la República.
Pero insisto, no aparecen personajes como Vicente Fox, Felipe Calderón, Ricardo Salinas, Carlos Slim o Emilio Azcárraga, que también se han dedicado a corromper a muchos de los políticos que desde las esferas gubernamentales les dispensan favores. Para que exista corrupción se requieren al menos dos participantes, y los empresarios tiene mucho de corruptos porque han acumulado enormes fortunas al amparo del poder. Los empresarios son los modernos “encomenderos”, esos que desde el poder de la Corona Española saquearon a los pueblos conquistados en América y otras latitudes del mundo. ¿Qué sería de Salinas Pliego, Azcárraga Jean o Carlos Slim sin los favores recibidos desde las estructuras del poder? La respuesta es que serían simples mortales como cualquiera de nosotros. México es corrupto por naturaleza porque es un mal que tenemos arraigado desde la simiente cuando en la conformación del Ayuntamiento de la Villa Rica de la Vera Cruz Hernando Cortés sobornó a sus capitanes. Ahí arrancaron nuestros males. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.