Carlos Salinas de Gortari ha hecho declaraciones acerca de los momentos más álgidos que vivió durante su mandato como Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos en el período 1988-1994, lo que no ha gustado a muchos de los actuales políticos de oposición, quienes lo siguen observando como uno de los principales impulsores del regreso del Partido Revolucionario Institucional a la Residencia Oficial de Los Pinos.
En lo personal desconozco si los alcances del señor Salinas son suficientes como para que los tricolores hayan ganado la elección presidencial, pero creo que ha sido uno de los personajes más brillantes de la historia del país. De cualquier forma ha despertado sentimientos de animadversión entre sus antiguos colaboradores por la forma en que dice las cosas y las referencias acerca de las ambiciones de otros.
El principal afectado ha sido el señor Manuel Camacho Solís, a quien desde luego no le han gustado algunas de las referencias hacia su comportamiento conductual hacia el final del sexenio a causa de no haber sido elegido para la candidatura presidencial. Don Manuel se distinguió por operar como un Secretario de Gobernación alterno desde la Jefatura del Departamento del Distrito Federal, y a decir de muchos de sus principales colaboradores, se convirtió en un experto en generar conflictos artificiales para después resolverlos y mantenerse así, en el ánimo presidencial como uno de los posibles prospectos a la Presidencia de la República.
Uno de ellos, y que le permitió crecer ante el señor Salinas fue el plantón que organizó Andrés Manuel López Obrador en el Zócalo capitalino, y se levantó con la entrega de cuatrocientos ocho millones de pesos que salieron de la Caja de Previsión de la Policía Auxiliar Capitalina, de donde el señor Camacho sacó mil quinientos millones de pesos. Sus esfuerzos resultaron infructuosos porque al final Salinas se decidió por Luis Donaldo Colosio. Camacho cometió el error de no cumplir con el ritual tricolor de acudir a felicitar a quien fue investido con el halo de la continuidad, y se contentó con la comisión para la pacificación cuando se fue a Chiapas, donde pidió al Subcomandante Marcos que hiciera la paz sin firmarla, dejara las armas sin entregarlas y aceptara dinero sin decir que era del Gobierno Federal. Finalmente se alejó del PRI para formar el Partido del Centro Democrático, y después se afilió al PRD, partido al que fondeó durante el proceso de su formación.
Senadores del Partido Acción Nacional advirtieron ayer al Presidente Enrique Peña Nieto que se equivocaría gravemente si se entromete en el proceso interno de su partido para respaldar la reelección de Gustavo Madero Muñoz, porque encontraría en el futuro una oposición de poca disposición para dialogar. Habrá que decir que los miembros del ala opositora al actual dirigente partidista no están “viendo Moros con tranchete” como se dice coloquialmente, lo que están poniendo en práctica es una forma de buscar que los medios de comunicación los reseñen para seguir haciendo “campaña negra” contra el señor Madero, y es el anuncio de que las cosas se radicalizarán en las siguientes semanas porque de lo que se trata es que los miembros del ala “calderonista” puedan impedir a toda costa una posible reelección.
Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.