Durante las gestiones del Partido Acción Nacional al frente de la Presidencia de la República ocurrieron una serie de actos que derivaron en la comisión de diversos delitos sin que a la fecha se haya ejercido la acción de la justicia, es decir, esos actos hasta ahora han quedado impunes. No quiero decir con ello que el gobierno de Enrique Peña Nieto sea cómplice de aquellos que
hicieron de las suyas, pero deberá mostrar a los mexicanos que tiene la voluntad para recomponer las cosas y castigar a quienes hayan cometido actos contrarios a la ley. El cierre de los centros de apuesta propiedad de José Rojas Cardona, mejor conocido como "El Rey de los Casinos", es una muestra de que antes que sacar una nueva Ley General de Juegos y Sorteos hay que poner orden en el campo de las apuestas, pero también hay que decir que para ello se requerirá bastante tiempo.
La llegada de Roberto Correa Méndez a la Dirección General Adjunta de Juegos y Sorteos de la Secretaría de Gobernación se significó como el arranque de una carrera delincuencial caracterizada por la impunidad con que operaron altos funcionarios del gabinete foxista y calderonista. El señor Correa Méndez fue el instrumento, pero mucho tendrían que explicar personajes como Abraham González Uyeda, quien fuera un poderoso subsecretario de gobierno con Francisco Javier Ramírez Acuña, quien se dedicó a repartir permisos a diestra y siniestra a cambio de jugosas cantidades de dinero. Después vendría Roberto Gil Zuarth, ahora senador, quien para no quedarse atrás también se dedicó con singular alegría a la expedición de licencias de operación de salas de juegos y apuestas en casi todas las entidades federativas. Gozan de cabal riqueza, libertad e impunidad.
Hay un personaje clave que conoce como operan cada uno de los elementos que se mueven en el sector ya que fue uno de los elementos más cercanos del Presidente Felipe Calderón Hinojosa: Guillermo Anaya. El "compadre presidencial" como se le conoció en los bajos fondos de la mafia casinera, se dedicó en cuerpo y alma a expedir licencias de funcionamiento sin entregarlas para mantener como rehenes a los inversionistas del sector, asociándose a una banda venezolana apodados "Los Gordos" que imponían orden entre quienes se negaban a pagar. El desorden en el sector de las apuestas es con mucho producto del negocio que Felipe Calderón le facilitó a su compadre ahora diputado que amenaza a periodistas con "levantones". Todos gozan de cabal riqueza, libertad e impunidad.
Los hijos de Martha Sahagún supieron aprovechar muy bien que los hijos de Vicente Fox decidieron apartarse de las tentaciones que produce el ejercicio del poder, y visualizaron un nicho de oportunidad para hacerse de algunos caudales que les dieran la tranquilidad necesaria para llevar una vida desahogada. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.