La Linea 12 del Metro, esa que anunciara con bombo y platillos el Jefe de Gobierno Marcelo Ebrard Casaubón y que se tardó muchos meses más de lo planeado y que costó casi cuatro veces más de lo presupuestado, se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para el actual gobernante de la Capital de la República, Miguel Angel Mancera. Pace que al que menos le
preocupa es al protagonista del escándalo, porque aunque muchos no lo quieran aceptar, sigue teniendo el control de la mayor parte de los cotos del poder, y eso es el anuncio de que si alguien llegó a considerar que con esto sus posibilidades de resurgir eran nulas, su presencia sin estar tiene más peso que muchos de los encumbrados funcionarios del gobierno capitalino. Para decirlo de otra forma, Ebrard supo colocar en los lugares precisos a las personas precisas para el momento preciso en que los necesitara.
Ellos son los que se han encargado de hacer del asunto un galimatías sin pies ni cabeza porque ni existe principio ni se avisora el final. Hasta ahora Miguel Angel Mancera ha "nadado de muertito" para no involucrarse tan profundamente en un asunto que seguirá dando mucho de qué hablar, y que puede dar al traste con su maltratado prestigio y su baja popularidad después de verse obligado a cerrar los ojos ante las agresiones de los miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, y que militan en el partido que lo llevó al poder. Mancera ha preferido que todo se realice por aquellos que le siguen guardando lealtad al señor Ebrard, y la razón es simple: los lazos de complicidad donde lo que une es el dinero, son mas fuertes que los lazos politicos.
Pero el asunto ha trascendido más allá de la esfera local para convertirse también en un problema tanto en la Camara de Senadores, donde Mario Delgado ya no siente lo duro sino lo tupido, y ahora en la Cámara de Diputados, que conformó una comisión para investigar lo referente a los fondos federales que nunca fueron justificados y que tampoco han querido decir los "honorables" miembros del partido del sol azteca donde fueron a parar. Lo que todo mundo infiere es que seguramente están en los bolsillos de algunos de los principales colaboradores del señor Ebrard, o bien en los bolsillos del propio señor Ebrard. Esos 495 millones de pesos son los que mantienen viva la esperanza de muchos mexicanos de que haya castigo para los corruptos, porque los fondos aplicados por el Gobierno del Distrito Federal y que fueron sustraídos, cuentan con la protección de la red de complicidades del PRD hecho gobierno en la Capital de la Rapública.
La mejor muestra de esa red de complicidades la dio el diputado José Luis Muñoz Soria, quien antes de intentar aclarar los cuestionamientos que se hicieron en torno al destino del dinero sustraído, comenzó una retahíla de improperios y acusaciones contra Felipe Calderón Hinojosa simplemente porque quienes cuestionaron son miembros del Partido Acción Nacional, lo que demuestra que la red de complicidades y de impunidad la han construido entre todos y el deber de todos es protegerse. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.