Alfonso Cuarón es un cineasta exitoso. Pero también ha sido un mexicano "luchón" como identificamos al empecinamiento que tienen los triunfadores. Desde hace algunos años se le mencionaba como uno de los cineastas con mayor futuro, y me parece que ahora es el cineasta mexicano con mayor presente y amplias posibilidades de seguir haciendo cine de forma exitosa en
cualquier parte del mundo. Eso le abre también la posibilidad de ser un hombre influyente, y lo sabe a cabalidad. Pero también deberá tener cuidado en el momento de utilizar el poder que le otorga su calidad de cineasta encumbrado, porque los excesos son los que hacen perder la cabeza a los hombres cuando comienzan a invadir otro tipo de ocupaciones en los que quizá no son muy duchos, y el resultado pudiera tornarse desastroso. Claro está que cuando un hombre o mujer exitoso pretende algo, está dispuesto a hacer lo que sea, y en el caso que nos ocupa, lo hizo.
El señor Cuarón envió una misiva al Presidente Enrique Peña Nieto. Lo hizo en uso de ese derecho que tenemos todos los mexicanos, pero no es lo mismo que lo haga él a que lo haga cualquier hijo de vecino. En cuanto los medios de comunicación dieron a conocer el cuestionario, de inmediato surgieron los adversarios del señor Peña Nieto en cada uno de los partidos políticos para alabar el atrevimiento del señor Cuarón y festinar una presunta puesta en ridículo en las redes sociales. Es natural que surjan este tipo de expresiones, y no creo que esa haya sido la intención del laureado cineasta, pero como asegura el refrán popular, "la oportunidad la pintan calva", y era previsible que no la dejarían pasar.
Quien mas se puso loco de contento fue el señor Sánchez Camacho, quien dijo que Cuarón le dio una lección al Presidente de la República. Todavía no ha aclarado que tipo de lección, pero creo que fue tanto su gusto que se olvido complementar la información con una de esas disertaciones a que tiene acostumbradas a sus huestes en las que muestra su infinita sabiduría. Pero regresando con el protagonista de esta historia, muchas son las dudas que tiene en torno a la reforma energética, y antes que consultar a los especialistas, prefirió hacerlo con quien debe ser uno de los hombres mas ocupados de la nación, y quien por tratarse del personaje corrió la cortesía de responder de forma comedida aunque sin disipar del todo las dudas planteadas.
He leído con detenimiento y especial cuidado cada una de las interrogantes del Señor Cuarón, y su lista de cuestionamientos esta bien elaborada y mejor estructurada. El problema es que la mayor parte de ellas provocaría una respuesta incierta porque la letra inserta en la Reforma Constitucional es enunciativa, conceptual, general y sin particularidades. Con todo y ello, el Presidente de la República tiene que responder a los cuestionamientos que a través del derecho de petición que consagra la Constitución le hacen los ciudadanos.
Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.