El Comisionado para la Paz y la Seguridad en Michoacán, Alfredo Castillo, se reunió con los hombres de negocios para platicar acerca de los logros alcanzados, y señaló que ya han caído Presidentes Municipales, tesoreros y gente de primer nivel, además de enfatizar que ahora el objetivo será ir tras los delincuentes de "cuello
blanco". No se si esa efusividad para señalar a los "beneficiarios del sistema", como muchos identifican a los empresarios que se coluden con los funcionarios sexenales, haya sido producto de la detención del señor Gastón Azcárraga, ex Presidente del consejo de Administración de Mexicana de Aviación, quien solicitó asilo político en Estados Unidos luego de ser ubicado en Nueva York por las autoridades migratorias norteamericanas por el vencimiento de su visa. Hasta ahora el Gobierno Mexicano solamente se ha circunscrito a señalar que no está detenido y que se encuentra a disposición de un juez migratorio, quien determinará su situación legal.
Tampoco se si el señor Castillo haya lanzado la condena anticipada por "instrucciones superiores", lo que en todo caso indicaría que ha llegado la hora en que muchos empresarios de este país pongan sus barbas a remojar, sobre todo aquellos que en los sexenios encabezados por Acción Nacional hicieron de las suyas con los caudales públicos, que al fin y al cabo son propiedad de todos los mexicanos que pagamos puntualmente nuestros impuestos para el sostenimiento del aparato del Estado y los programas de desarrollo que implementa. Y no es que los empresarios no hayan hecho negocios con los integrantes de los gobiernos tricolores, simplemente hay que reconocer que con Fox y Calderón fueron poseedores de un brutal cinismo porque los políticos blanquiazules tienen mayor vocación y cercanía empresarial.
De cualquier forma estoy seguro que muchos se sintieron aludidos, principalmente quienes han tenido poco aprecio por el trabajo y a cambio de ello encontraron la oportunidad de construir enormes fortunas a través de las componendas con el poder, y otros que fueron encumbrados miembros de la clase política blanquiazul y que le encontraron el gusto a seguir haciendo "empresa" una vez que se alejaron del poder. Claro está que para ello se requieren muchas complicidades, y la muestra más evidente son los escándalos surgidos por el cinismo con el que se realizaban los "negocios" durante los dos sexenios anteriores.
Si el reto lanzado por Alfredo Castillo en Michoacán va a ser la tónica gubernamental de ahora en adelante, no tan sólo deberá preocuparse Gastón Azcárraga, porque seguramente le espera una larga estadía en la cárcel a causa de haber saqueado a una de las empresas más representativas de la aviación mundial, además de defraudar a mas de ocho mil empleados, o Amado Yáñez Osuna, el poderoso empresario que como el Rey Midas convertía en oro todo lo que tocaba gracias a los gobiernos panistas y su generosidad para hacer negocios desde luego, con los recursos de la paraestatal más importante del país. Pero todo tiene un final, y seguramente se pasará una buena temporada tras las rejas con sus cómplices de Citigroup. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.