Pareciera que las redes sociales pueden significarse como una gran oportunidad para la realización de diversos negocios, para darse a conocer, o para alcanzar el infierno. Con las facilidades tecnológicas que ahora existen cualquiera puede ser grabado en voz o en un video y pulular por todo el mundo cibernético, o por la red como prefieren otros llamarla. Así cómo
han acortado las distancias y ahora podemos enterarnos lo que ocurre al otro lado del mundo en tiempo real, también podemos nosotros ser protagonistas de nuestros propios hechos si los hacemos mal, o si violamos el orden establecido. Hay quienes afirman, desde la especialidad jurídica, que las redes sociales son promotoras del delito de infamia, esa condena pública que se recibe antes de que exista un pronunciamiento acerca de la presunta culpabilidad de una persona por parte de los juzgadores.
En las redes sociales muchos pueden parecer culpables sin serlo, y otros adquirir ese halo de inocencia como el que pretenden colgarle a José Manuel Mireles, aunque todos sepamos que su pasado no tiene nada que ver con la lucha social y si mucho con el crimen organizado. Una ejemplo de la forma en que se califica a las personas en la red es el de Miguel Herrera, entrenador de la Selección Mexicana de fútbol, quien por sus gestos en una de las múltiples fotografías que se dieron a conocer por su peculiar forma de celebrar los momentos de gloria de los futbolistas mexicanos, ha sido protagonista de la que los expertos consideraron la mejor foto del pasado mundial. Para bien o para mal, las redes sociales son una realidad, y tanto peso tienen que lograron que un régimen dictatorial tan duro como el egipcio y con tantos años en el poder fuera derrocado por la llamada "Primavera Árabe".
Ese mismo vehículo ha servido ahora para destrozar el poco prestigio que le quedaba a la familia de quien fuera gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo, de quién siempre se dijeron cosas que nunca pudieron ser comprobadas. Pues ahora alguien interesado en comenzar a realizar campaña anticipadamente, filtro a las redes sociales un video en que se observa al hijo del ex gobernador, Rodrigo Vallejo, en una reunión con Servando Martínez, a quién se conoce coloquialmente como "La Tuta", y quien funge como líder de Los Caballeros Templarios. Tan desenfadado estaba el muchacho, que trata con mucha confianza al hombre más buscado por los servicios especializados de seguridad del Estado Mexicano. Es más hasta pide una cerveza más para continuar la amena plática.
Jesús Reyna fue encarcelado por haber aparecido en un video similar, por lo que es previsible que el señor Vallejo vaya a parar con sus huesos a la cárcel. Podrán decirse muchas cosas en su defensa, pero se le observa bastante relajado y en confianza. No puedo afirmar que el padre estaba enterado de lo que hacía el hijo, aunque su otro crío ya se deslindó. Esa es una muestra del grave deterioro en que se encontraba el estado, donde la delincuencia formaba parte de la cotidianidad y de la toma de decisiones, aunque algunos en ese pleito de intereses se hayan pasado al bando contrario para combatirlos desde la oficialidad, como es el caso de muchos de los presuntos líderes de las autodefensas. Michoacán sigue mal, y ya hay quien desde una curul en el Senado pretende sacar raja política. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.