LUCHA DE INTERESES

sinpunto

Las cosas no pintan bien en el PRD y Jesús Zambrano Grijalba ha comenzado a mostrar preocupación. Claro esta que cualquiera se preocuparía de estar en los zapatos del señor Grijalba, porque el escenario previsible es que el partido siga disminuyendo en militancia y por ende en representación proporcional. Por eso eso no fuera poco, de ocurrir un escenario catastrófico podrían

quedarse con menos de la mitad del financiamiento público que les entrega el Instituto Nacional Electoral, y eso también causaría desvelos en cualquier dirigente. En México la política se hace con dinero, y eso lo saben todos los que se dedican a hacer política. De ahí que las arcas públicas sufran considerables mermas a causa de los sobreprecios en los productos que se adquieren para su funcionamiento.

Hay muchas cosas que preocupan al señor Zambrano Grijalba, pero dos son las que le han quitado el sueño. Una de ellas es que Andrés Manuel López Obrador logre arrancarle la mitad de la militancia en el Distrito Federal, pero también será una ventaja porque quienes mayor cercanía mantienen con el tabasqueño son los miembros de Izquierda Democrática Nacional, y tarde que temprano terminaran de aquel lado. De hacerlo así, la lucha será entre Miguel Ángel Mancera y las tribus que nunca han querido sumarse de su lado. Tan sencillo como quitarles la posibilidad de acceder a los programas sociales que es lo que les ha mantenido vigentes desde hace algunos años. Lo demás vendrá en automático.

La segunda preocupación es levantar el perfil de Miguel Ángel Mancera. Hasta ahora el Jefe de Gobierno del Distrito Federal ha disminuido su prestigio a causa de mantener los cotos de poder de René Bejarano y compinches. El mayor descalabro que ha sufrido su popularidad fue a causa de la complacencia de los actos delincuenciales realizados por los miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación en la Ciudad de México, y las actividades encabezadas por los grupos anarquistas. Por cierto, ambos muy cercanos a René Bejarano. Jesús Zambrano se sumó a la exigencia del Gobierno del Distrito Federal en el sentido de incrementar el monto diario del salario mínimo. Zambrano sabe que es una discusión que no tendrá futuro hasta en tanto los empresarios no se sumen a ella, y ha lanzado provocadores llamados al Gobierno Federal, que hasta ahora ha señalado la imposibilidad de establecer un mecanismo como lo presenta la dirigencia perredista y el señor Mancera.

Los pobres nunca le han interesado a la dirigencia perredista, es más, ni a aquel que los pusiera por encima de todo en un lema de campaña. Tampoco es extraño que ahora haya surgido un interés por ellos y utilizan la figura del salario mínimo como un estrategia de reivindicación. El verdadero interés no esta ahí, ni en sacar a lo pobres de su ignominia, sino de mantener el control del partido y el bastión más productivo del país: La Ciudad de México. Miguel Ángel Mancera necesita recuperar su prestigio, y la reivindicación de los asalariados puede ser el mejor camino. Zambrano lo sabe y quiere ocupar ese lugar, es decir, el de Bejarano. El de Mancera será la consecuencia. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.