Rick Perry es Gobernador de Texas. Se ha distinguido por su línea ultraconservadora para un estado al que sus habitantes consideran el símbolo del pasado, el presente y el futuro de Estados Unidos. En ese estado, donde la bonanza petrolera ha decrecido considerablemente, es donde se realizan la mayor parte de las ejecuciones
mediante la llamada inyección letal. El señor Perry ha sido severamente rudo con aquellos que se encuentran en los entretelones de la muerte. Nunca ha tenido piedad por los condenados y los llamados que le han hecho gobernantes y sociedad en ese sentido se los ha pasado por el arco del triunfo. Desconozco qué tan duro tenga el corazón el señor Perry, pero lo que sí sabemos en México es que esta buscando su reelección y pretende que nosotros le sirvamos de parapeto para relanzar su candidatura e incrementar los índices de popularidad.
Desconozco si el señor Perry entienda lo que significa la decencia, pero un sujeto que tiene tan negro corazón no puede ser de ninguna manera considerado un hombre digno y merecedor del respeto de los mexicanos. Tiene tiempo que ha buscado sellar la frontera de su estado para que los migrantes no puedan transitar por ahí a la hora de buscar el llamado "sueño americano". Rick Perry quiere reelegirse y busca provocar un diferendo diplomático con México para convertirse en un presunto héroe, algo que nunca logrará porque el gobierno del señor Peña Nieto se guardará de otorgarle elementos a tan ruin sujeto para que pueda lograr su propósito. Y no es que desde este lugar le neguemos la posibilidad de volver a gobernar su estado, porque serán los texanos quienes decidan si quieren que continúe o no. Para decirlo de otra forma, no es un asunto que nos competa y nos viene valiendo un condenado sorbete.
Lo que sí nos compete y mucho, es que ese sujeto pretenda buscar un diferendo diplomático con nuestro país para reposicionar su imagen. Desde hace mucho tiempo ha venido instrumentando medidas fuertes en contra de los inmigrantes y ha sellado aún más la frontera. También se ha dado a la tarea de armar a varios grupos de gorilas extremistas que poco aprecio tienen por la vida ajena. Hasta ahora no han ocurrido desgracias, pero sí un sinnúmero de violaciones a los derechos humanos. Lo único que yo podría señalar en este momento del señor Perry es que es un completo imbécil.
Resulta que ahora le dio por señalar que un grupo de Yihadistas se introdujo por nuestro país buscando llegar a Estados Unidos para realizar una serie de atentados similares al que derribó las Torres Gemelas en Nueva York. No hay en ningún servicio de inteligencia registro de ello, solamente el cerebro carente de inteligencia del señor Perry tiene este tipo de ocurrencia. Insisto, es propio de un sujeto que busca la reelección y que pretende ganar sembrando el temor entre los texanos. En lo personal, no creo que el señor Perry tenga un poco de decencia o de probidad, y sí que su maldad y ruindad están fuera de cuestionamientos. Por eso afirmo que es un imbécil. Al tiempo. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.