Es cierto que se ha hablado bastante de los peligros para México como consecuencia de la presidencia estadunidense de Donald Trump, pero es aún insuficiente ante el tamaño de la inminente amenaza. Un capítulo especial en la agenda de riesgos mexicanos es el relacionado con la industria automotriz, un flanco favorito de
Trump, quien podrá ser todo, menos ingenuo.
Por ello se requiere al menos prevenir los motivos que tiene Trump para embestir con la fuerza de un búfalo irracional a un sector clave para México, entre los tres primeros generadores de divisas del país. De Ese tamaño. Insisto en que Trump es todo, menos ingenuo. Echemos un vistazo.
Uno de los motores de crecimiento económico de México, el sector automotriz aporta más de 3% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional y 18% del PIB manufacturero. Las divisas que este sector genera a México rebasan los 52,000 millones de dólares al año, es decir, el doble de la que aportan los mexicanos en Estados Unidos como remesas.
El sector automotriz mexicano aporta además unos 900,000 empleos directos. México es el séptimo productor y el cuarto exportador de vehículos ligeros a nivel global y por si fuera poco, al sector automotriz se ha destinado la mayor proporción de la inversión extranjera directa realizada en México en los últimos seis años.
Cifras de Eduardo Solís, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, indican que en la industria automotriz se han invertido más de 21,000 millones de dólares en seis nuevas plantas de ensamble de vehículos y motores.
Más aún, apunta Solís, desde hace más de 18 meses las ventas en el mercado interno han reportado un crecimiento sostenido, y la producción y exportación han alcanzado niveles sin precedentes en la historia del sector, que comenzó a escribirse hace 90 años con la llegada de la primera compañía armadora a México.
Miguel Elizalde Lizárraga, que preside la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, camiones y tractocamiones, apunta que con base en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), otro de los blancos del magnate presidente, México pasó de producir 17 por ciento de los vehículos pesados de la región a 35 por ciento.
Las empresas agrupadas en esta asociación generan no menos de 25 mil empleado director y más del cinco por ciento del PIB.Además, estas compañías producen los camiones que se usan para distribuir 56% de la carga que se transporta en todo el país, 83% de la carga terrestre de los bienes que se comercializan en México y son responsables de ensamblar los autobuses en los que se transporta a más de 98% del pasaje terrestre en el país.
Si los obuses que prepara Trump hacen blanco en este sector, imagine usted el impacto que tendría México. De ese tamaño es el peligro. Hay que hacer algo, pero rápido y bien. El pasmo no resuelve nada.
This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.