Josefina, ah Josefina. Bajó sus aspiraciones políticas. Es obvio. Antes de que fuera candidata a la presidencia por el PAN, la recuerdo en sus oficinas de la SEP. Demasiado espacio para ella en el despacho que ocuparon figuras de la talla de Jaime Torres Bodet,
José Vasconcelos y7o Agustín Yáñez. Menuda ella, demasiado menuda como para llenar ese espacio inmenso y aún ocupar el escritorio del autor del Ulises Criollo. Ni qué decir que la figura, casi diminuta de Josefina, contrastaba al menos en mi mente con la obra gigantesca del padre de Al filo del Agua. Nada que ver, me dije el día que vi a Josefina en ese espacio tan vasto, tan cuajado de obra grande.
Sin duda, son otros los tiempos, los actores, los tamaños y la política. Hay mucha pequeñez, se acabaron prácticamente los ideales. El pragmatismo nos va ganando la carrera y quien sueña es un iluso o, al menos, un cursi. Es de otra época y, peor aún, otro mundo.
En los tiempos de titular de la SEP, Josefina pactó con otra Ella, nada menos que doña Elba Esther Gordillo Morales. De hecho, cedió terreno y mucho poder al yerno de La Maestra como llamaban a la mera mera del SNTE. Así fueron las cosas. A esos contubernios ahora se les llama audacia política.
Josefina fue luego candidata a la presidencia de México, si, por el PAN. Cargó con el fardo del calderonato, que ciertamente la dejó a la mitad del camino. Aún así, Josefina nunca se desligó del todo de Calderón. Si acaso argumentaba que era diferente. Creyó ingenuamente que su condición femenina le bastaría para relevar a Calderón en Los Pinos. Otro error. Como los garrafales en los que incurrió el esposo de Margarita, que dicho sea de paso se llevó un palmo en la nariz, más que merecido, cuando trató de ingresar en Cuba.
Ahora, Josefina quiere ser, aspira a convertirse en la gobernadora del Estado de México, el bastión del grupo en el poder. Desde ahora Josefina sabe que no ganará el Estado de México, pero se presta a la comparsa. Demasiados millones de pesos están bajo sospecha en sus alforjas. Hasta ahora, Josefina no ha aclarado del todo a dónde fue a parar esa fortuna que salió de las arcas nacionales para presuntamente amparar a los migrantes mexicanos. Pero ella va a competir.
Sabe cuáles son los acuerdos más oscuros de esa candidatura, ´pero Josefina sigue. Yo sólo la recuerdo en ese espacio enorme del despacho que ocupó el frustrado amor de María Antonieta Rivas Mercado.
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