Miguel Ángel Osorio Chong, ex gobernador de Hidalgo, ex hombre fuerte del gobierno de Peña Nieto, quien le encargó la poderosa Secretaría de Gobernación, ganó perdiendo.
La derrota de Osorio Chong fue confirmada públicamente el 27 de noviembre del 17 cuando fue anunciada la candidatura presidencial de José Antonio Meade. Fue un duro revés para el político que desde sus tiempos en el Palacio de la Plaza Juárez en Pachuca bregó por alcanzar un día no sólo la candidatura presidencial del partido en el que siempre militó, sino el poder ejecutivo del país.
Tras el mazazo que siguió a la decisión presidencial de favorecer a Meade, Osorio Chong empezó a preparar maletas. La decisión estaba tomada. Dejaría el tren presidencial y buscaría nuevos horizontes.
Recién en enero último, el día 10 para ser precisos, Osorio Chong dijo adiós a Peña Nieto, el jefe que le dijo no. Justificó su salida de Gobernación para “poder atender una nueva responsabilidad política, profesional y personal”.
A lo largo de más de cinco años al frente de la Segob, Osorio Chong batalló con hechos tan relevantes para el país como la fuga de Joaquín Guzmán Loera “El chapo”, una escalada criminal creciente, un conflicto politécnico, los sismos del 17 y los hechos de Ayotzinapa, éstos últimos los más graves en materia de derechos humanos.
Cuando se despidió de Peña Nieto como titular de Gobernación, agradeció a éste la “oportunidad de vida”, que dijo aprovechó para “servir a México desde la institución encargada de la política interior”.
“He actuado con honestidad y de frente a la sociedad en todo lo que he hecho, y así lo haré siempre, con firmeza y siempre dando la cara”, remató en su mensaje durante un acto para dar a conocer un nuevo servicio de emisión en línea de actas de nacimiento.
Dijo entonces que participó en “un gobierno que lo apostó todo para poder mejorar las condiciones de vida de las y los mexicanos”.
Un gobierno que, concluyó, “tuvo la determinación de concretar los cambios necesarios para detonar el desarrollo nacional”.
Su salida del gobierno de Peña Nieto puso fin a los días de su mayor cercanía con el poder presidencial del país y sobre todo a la posibilidad más cercana de concretar el largo sueño presidencial. La historia no lo quiso, no al menos por ahora.
Aunque hizo las “paces” formales con el candidato Meade, Osorio Chong estuvo en los meses que siguieron a su salida de la Segob más cerca de las campañas por el Senado de aliados políticos como Nuvia Mayorga, una antigua colaboradora del hidalguense.
Recién hace unas horas, Osorio Chong fue designado coordinador de los 14 senadores del PRI, una representación por demás escuálida. Prometió trabajar con respeto institucional y cercanía a la sociedad.
“Nosotros sí sabemos ser una oposición y lo vamos a demostrar, revisaremos una por una las iniciativas y lo que le sirva, lo votaremos con mucho gusto, lo que se tenga que hacer, lo haremos", dijo a Azucena Uresti de Grupo Fórmula.
¿Y después, qué seguirá para Osorio Chong? El próximo cinco de agosto cumplirá 54 años.
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