Hilvanar

Quizá tenga razón, pero hasta ahora nadie puede garantizarlo, ni siquiera el

propio presidente Andrés Manuel López Obrador.

El interés personal de López Obrador para hilvanar el tejido social a través de la atención a los sectores más vulnerables per se, entre ellos los jóvenes, los discapacitados y las personas de la tercera edad, pudiera conducir a un éxito sexenal.

Es cierto, en las últimas décadas los jóvenes, especialmente los más pobres del país, fueron en buena parte dejados de lado, ignorados a su suerte por el Estado en general con los gobiernos sucesivos que se instauraron bajo la égida del neoliberalismo a partir de los años 80´s.

Datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo revelan que al primer trimestre de 2018, México sumaba unos 6.6 millones de jóvenes entre los 15 y 29 años que encasillaban en el concepto de “ninis”, jóvenes que ni estudian ni trabajan. Es penoso imaginar que semejante potencial del país se haya desperdiciado o perdido en el camino ante la indolencia de una clase política mayoritariamente miope, tóxica y depredadora.

Así y casi desde la instauración del modelo neoliberal con Miguel de la Madrid hará pronto 40 años, los gobiernos del PRI y el PAN ignoraron predominantemente a los jóvenes de este país, cuyo talento se perdió o fue devorado por la estructura de un sistema, éste sí voraz y de rapiña que usufructuaron por años las élites del país.

En consecuencia, no parece del todo descabellada la idea, el proyecto de López Obrador de atender a la muchachada nacional mediante apoyos diversos de becas e instrucción para el trabajo. Es deseable, sin embargo, que estos apoyos económicos directos no vayan también a pervertirse y se conviertan en el “aceite” que engrase la formación de nuevas redes clientelares del presidente y partido político al bat. Después de todo habría que tener presente que los fondos que hoy se han empezado a canalizar a estos sectores juveniles provienen de las arcas nacionales y no del bolsillo de alguien en particular, quien quiera que éste sea.

Con base en esta política de alivio social y de reconexión gubernamental también se espera que aminoren los delitos de todo tipo que se perpetran en el país y que involucran mayormente a los sectores juveniles mexicanos.  Decían las consejas que el ocio es la madre de todos los vicios.

Esperemos, confiemos que este nuevo enfoque pudiera traer saldos favorables en el esfuerzo de reconstrucción del país, al que todos debemos aferrarnos hasta en tanto no se demuestre que es fatuo, equivocado, o de aviesas intenciones, que sería peor.