Bajo la guía del titular de Turismo, Miguel Torruco Márquez, que dicho sea de
paso acumula una experiencia de casi medio siglo en ese sector, el subsecretario del ramo, Simón Levy, y su homólogo Humberto Hernández Hadad, están impulsando las líneas centrales de un nuevo modelo de desarrollo turístico para el país, que de fructificar pondrá, entre otras cosas, un alto a los paraísos turísticos que conviven de manera pésima con los infiernos de marginación que por décadas conocemos y aún sufrimos en México.
¡Enhorabuena! Hay que apuntar sin regateo alguno. Y ojalá lo logren.
En una agradable tertulia hace pocos días que auspició el Club Primera Plana, que encabeza con buen tino el veterano periodista José Luis Uribe, el subsecretario Levy delineó las estrategias centrales de lo que denominó “un nuevo modelo” para el sector turístico nacional, sobradamente conocido como la “industria sin chimeneas”.
Levy precisó algunas cifras de esta industria, que bien conoce desde hace años. Recordó por ejemplo que de acuerdo con la Organización Mundial del Turismo (OMT), México clasifica en el sexto lugar mundial en este rubro. El turismo aporta además el 8.8 por ciento del Producto Interno Bruto del país, donde supera con creces al agro y aún a la industria de la construcción. No es poco, sin duda.
México además se coloca en el sitio número 15 por captación turística y en el lugar 40 por el gasto per cápita. Levy dijo que de acuerdo con los nuevos parámetros de medición internacional, el turismo ya dejó de ser medible sólo por el número de visitantes para ahora hacerlo a partir de la captación de divisas y el gasto per cápita.
México suma más de 130 plazas de vocación turística, pero apenas cinco concentran las mayores ventajas y plataformas más desarrolladas, lo que explica una concentración de los destinos turísticos, algunos de los cuales plantean riesgos de sustentabilidad e impacto ambiental.
Además, expuso el subsecretario Levy, al gobierno de López Obrador le preocupa que haya en una sola plaza paraísos turísticos con infiernos de marginación, lo que obliga a una nueva planeación y en consecuencia a impulsar un nuevo modelo de desarrollo turístico para garantizar la sustentabilidad, y una efectiva derrama económica.
Levy recordó que el 80 por ciento del turismo en México lo realizan los propios mexicanos, por lo que ahora habrá de potenciarlo como un derecho al disfrute. “En este momento nos toca realizar este nuevo modelo”, apuntó, como parte de una política más amplia que impulsa ya el gobierno federal de bienestar e inclusión social.
Levy fue enfático en este sentido al anunciar que habrán de tomarse medidas para hacer cumplir la ley y garantizar que ninguna playa del país sea privatizada como ha ocurrido en el pasado. “Las playas públicas no pueden privatizarse”, dijo y advirtió que podrían incluso revocarse las concesiones para quienes infrinjan la ley en este sentido.
También habló del “huachicoleo con las arenas” de las playas del país, una gran cantidad de las cuales se utiliza ilegalmente para el sector de la construcción. Prometió el combate de esta actividad y anunció que los “boys scouts” conformarán brigadas para el cuidado y limpieza de las playas.
Añadió que el nuevo modelo de desarrollo para el sector turístico buscará la diversificación de los mercados, en particular en Asia y Rusia. Hizo ver que China registra una tasa de crecimiento de 250 por ciento de su turismo y refirió que el gobierno detonará el turismo histórico y cultural con la creación de rutas como las de poetas. Por ejemplo, citó, la ruta Carlos Pellicer o Rosario Castellanos o Rulfo en Comala.
Después de todo, dijo, el turismo no es sólo frivolidad y México recreará su historia y cultura a través de esta actividad. “Se crearán los circuitos culturales e históricos”, planteó.
Todo indica que Levy sabe de lo que habló. Esperemos ahora la realidad. Los planes parecen magníficos. Ojalá el nuevo equipo en turismo los aterrice con éxito.
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