De ser cierto, sería saludable para México. Según las crónicas del encuentro en
la víspera entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el flamante embajador estadunidense Christopher Landau, el mandatario endureció su mensaje para pedir a su colega Donald Trump, el cese de los discursos de odio contra los mexicanos. Esto es vital para México, sobra decir pero hay que decirlo.
Es tiempo de que México deje de ser el sparring de Trump, quien opta por esta vía para justificar y aún galvanizar la búsqueda de un segundo mandato al frente de la Casa Blanca. Qué bueno que López Obrador le haya ”levantado los tacos”, conforme una expresión coloquial típicamente mexicana para advertir un “espérate tantito” o “ya bájale dos rayitas”. Era tiempo de hacerlo.
En su encuentro con Landau, el presidente también pidió a Trump un "castigo ejemplar" para el asesino de 22 personas en El Paso. A diferencia de otras ocasiones esta vez, López Obrador desdeñó la mesura que ha mostrado hasta ahora ante Trump para endurecer su postura durante la entrega de las cartas-credenciales de Landau que lo acreditan como embajador estadunidense en México.
Según el canciller Marcelo Ebrard, quien testimonió y dio luego cuenta del encuentro, dijo que López Obrador pidió a Landau que Estados Unidos "deje claro que no permitirá" de nuevo la "clase de agresiones" como el ataque del pasado día 4 de agosto en una tienda Walmart en El Paso, fronteriza con la mexicana Ciudad Juárez.
Ebrard dijo que López Obrador destacó la importancia de que el gobierno de Estados Unidos “manifieste claramente que está en contra" de estas acciones y de los discursos xenófobos en agravio de los mexicanos.
Ebrard aseguró que Landau dijo que le quedaba claro perfectamente el planteamiento y que hizo saber ese mensaje, pero López Obrador insistió en que debe hacerlo "todos los días".
"Háganlo más y sobre este caso sean ejemplares en lo que van hacer", siguió López Obrador. Qué bueno que haya resultado de esa forma el encuentro de Landau en el Palacio Nacional. El mensaje marcará la memoria del representante de Trump en México, casi seguramente y deberá normar su actividad en nuestro país, más aún entendiendo que el abogado Landau se estrena como diplomático sin la experiencia de haberlo hecho.
Otra vez según Ebrard, Landau dijo a López Obrador que Trump, "lo respeta mucho y es de su interés aportar en el desarrollo del territorio mexicano, fundamentalmente en la frontera sur".
"La reunión con el embajador de los Estados Unidos fue muy buena, transmitió el mensaje de que el presidente Trump busca una buena relación con México, que respeta mucho al presidente de México", insistió Ebrard, tras aseverar que "buscamos en un ámbito de respeto mutuo podamos seguir avanzando en nuestras relaciones".
Un punto significativo fue el interés de Landau en viajar al sur de México como parte del propósito estadunidense de "colaborar en proyectos de desarrollo que disminuyan sustantivamente los flujos migratorios de centroamericanos hacia los Estados Unidos".
De hecho, la primera escala en el itinerario del embajador estadunidense sería Tabasco, entre otros estados luego, para " darle seguimiento al diálogo que tuvimos en Mérida con empresas norteamericanas a fin de acelerar la inversión en el sur del país".
Landau releva a la embajadora Roberta Jacobson, quien dejó el cargo en mayo de 2018.
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@RobertoCienfue1