Notimex: ¿una muerte anunciada?

Más que construir una nueva etapa de Notimex, la Agencia de Noticias del Estado Mexicano, lo deseable pues, parece que está en curso el empeño

 de la actual administración por enterrarla. Quién sabe por qué recóndito motivo o impulso.
Insisto en lo que dije hace unos días en este mismo espacio: aún con una historia que se tejió a lo largo de poco más de medio siglo, Notimex distaba de ser una gran agencia, o una al menos que estuviera entre las primeras del mundo.
Lejos estaba incluso de representar y funcionar como una agencia noticiosa internacional. Esto aún y cuando hubo periodos de mayor lustre. Constituía hasta antes de la actual administración una agencia nacional con presencia internacional.
Pese a sus lastres y retos, Notimex pudo y debió haberse perfilado como una agencia auténticamente internacional, capaz de proyectar la agenda del estado mexicano en el mundo. Nunca se entendió esto y mucho menos se intentó, claro. Una lástima y un gran costo acumulado para México, que sin embargo resiste en éste como en otros renglones, el retroceso y la merma.
Recién pregunté cuál es el trasunto de la saña con que actúa la actual administración de la agencia de noticias del Estado mexicano. Insisto hoy ante la inminencia del término del plazo para el eventual estallamiento de una huelga laboral en esa empresa pública al cierre de este mes. ¿Quiere la administración en funciones que escale el conflicto incubado en Notimex? ¿A qué le apuestan? ¿No hay suficientes problemas ya en Notimex con las decenas de demandas laborales que procesa la Junta de Conciliación y Arbitraje federal número dos? Hasta este momento hay más preguntas que respuestas sobre Notimex. ¿Están conscientes las autoridades a cargo de la agencia de lo que han hecho en los últimos meses en esa institución del estado mexicano? ¿A quién sirven y por qué entraron en un proceso predominantemente destructivo de un organismo público? ¿Por qué tantas mentiras?
Hace unas noches, por ejemplo, el director jurídico de Notimex, Víctor Manuel Fernández, profirió mentiras o verdades a medias durante la entrevista hecha por el periodista Ricardo Raphael en La Octava. Fernández sabe de sobra por ejemplo que las liquidaciones de trabajadores despedidos fueron ilegales porque violentaron los derechos laborales. Fernández omitió respuestas a preguntas precisas de Raphael, como por ejemplo, el número de despedidos a la fecha.
Erick Muñiz, quien se ostenta como Director de Internacionales, un cargo al que llegó de rebote tras la salida de Manuel Ortiz, entró al quite de Fernández, pero sin solvencia. Repitió parte del discurso de su jefa y resultó poco o nada convincente, al menos para quienes sabemos de manera directa los excesos y las pifias de una administración que desde que llegó en marzo pasado ha actuado con soberbia, desconocimiento de un medio público y una absoluta cerrazón. Después de todo, siempre es mucho más fácil asumir la tarea de destruir. Se requieren talento y estrategia para construir algo mejor de lo existente. En pocas palabras, destruir es fácil, construir es complejo.
Aun así, no deberíamos resignarnos o acostumbrarnos al fracaso. La administración en funciones parece mucho más alejada que otras de hacer de Notimex una agencia respetada y financieramente viable. Parece que otros son los propósitos, y esos se cumplen a cabalidad. Qué lamentable, vuelvo a decir. El quebranto patrimonial pudiera estar cercano. Eso no desaparecerá las obligaciones que persistirán para el Estado mexicano aun con el paso del tiempo. Se añadirán otros costos, políticos y de credibilidad en la operación de un medio público, que debiera ser de interés nacional y aún estratégico.
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@RobertoCienfue1