Médicos cubanos, otro agravio

Si, lo sé. Él tiene otros datos. Podría decir que se trata de un nuevo ataque a la 4T. Que son mentiras de los conservadores o de sus adversarios –que no enemigos, aclara. Según él,

 son profesionales que vienen a ayudar y mostrar su enorme conocimiento y solidaridad en los momentos –ya muy largos por cierto- de pandemia. Quienes los adversan es porque deben estar seguramente protegiendo sus intereses, o probablemente su corrupción. Hasta podría decir que se trata de actitudes xenófobas y/o racistas. Diría igualmente que los médicos cubanos son los mejores al menos de Iberoamérica y brindan un apoyo desinteresado, experto y sobre todo humanitario. Incluso diría que a diferencia de los médicos “mercantilistas” que ejercen en México, los cubanos están blindados de ese mal propio del neoliberalismo, entre cuyas secuelas figura la ruindad del sistema sanitario del país.
Estos podrían ser una parte, sólo una parte claro, del arsenal de “argumentos” que siempre tiene a la mano ya sabemos quién para justificar siempre todas sus acciones, en este caso la presencia en México de casi 600 médicos de la isla de Cuba que fueron contratados por el gobierno mexicano para contribuir –eso dice- a paliar el furioso embate del Covid-19, que como sabemos está haciendo de las suyas entre la población mexicana y dejando en huesos la economía nacional, entre otros efectos, nocivos y aún letales, según iremos viendo.
Hace un par de días, más de una decena de colegios, asociaciones y agrupaciones profesionales de la medicina emitió un pronunciamiento público dirigido al presidente Andrés Manuel López Obrador, la opinión pública y la comunidad médica del país para expresar su “profunda
desaprobación y enérgica protesta, ante lo que consideramos una falta grave en contra
de los profesionales de la salud de México” en los momentos más graves de la pandemia nacional.
Según el documento, llegaron a México 585 médicos y enfermeras procedentes de Cuba, lo que representó un desembolso de más de 6.2 millones de dólares. Esto con base en un decreto publicado por el Diario Oficial de la federación el 24 de abril de este año que establece las facultades para contratar personal profesional de la salud con formación en el extranjero por el tiempo que dure la emergencia sanitaria generada por el virus SARS-CoV-2.
El acuerdo entre el gobierno de México y el de Cuba fue suscrito por el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), la Secretaria de Administración y Finanzas, así como la Secretaria
de Salud de la Ciudad de México. ¡Qué bueno! Ya probó el Insabi que sí es útil para algo, al menos para firmar acuerdos de importación de médicos y enfermeras.
El grupo de Cuba está compuesto en su mayoría por médicos generales sin especialidad y fue ubicado en diferentes áreas hospitalarias, o solo de apoyo en consulta, “transgrediendo la funcionalidad en los hospitales asignados”, denuncia el posicionamiento hecho público el sábado 13 de este mes.
Añade que en México, “todos los médicos generales o especialistas contamos con documentos y
certificados de Idoneidad para nuestra práctica, normatividad que se ve vulnerada, por el
decreto que le permite a personal médico carente de esta certificación ejercer dentro de
la República Mexicana”.
Añade que los Colegios, Asociaciones y Federaciones de médicos especialistas que suscriben el documento, al igual que otras agrupaciones médicas del país, decidimos manifestar “nuestra profunda desaprobación y enérgica protesta, ante lo que consideramos una falta grave en contra
de los profesionales de la salud de México”.
Hacen ver que en México existen “médicos con capacidad avalada por las Universidades de la
República Mexicana, formados en el pleno conocimiento de las necesidades e
idiosincrasia de nuestra población. De manera injusta se nos ha relegado, privilegiando a
médicos extranjeros, desconociendo la capacidad académica de nuestras Universidades.
Es una injusticia privilegiar a los extranjeros sobre los médicos mexicanos, que cumplimos,
con todos los requisitos establecidos por la Ley de Profesiones y la Ley General de Salud”.
La denuncia pública la firman los doctores José Donis Hernández, Presidente de la Asociación Mexicana de Infectología y Microbiología Clínica, Alfredo Arturo Cabrera Rayo, Presidente del Colegio de Medicina Interna de México, Ricardo Bañuelos Huerta, Presidente de la Asociación de Medicina de Urgencias y Desastres de México, Juan Roberto Torres Cisneros, Presidente de la Asociación Mexicana de Cirugía General y Federación Mexicana de Colegios de Especialistas en Cirugía General, la Doctora Elena López Gavito, Directora ejecutiva de la Federación Mexicana de Colegios de Especialistas en Cirugía General, entre otros.
Según el documento “es también motivo de indignación que se destinen recursos monetarios, de por si limitados, erogando honorarios a personal extranjero de manera injusta, pagándoles un
sueldo mayor al que percibe un médico especialista mexicano en las instituciones del
sector salud”.
Además, apuntan, se trata de “recursos económicos que el sector salud requiere con
urgencia para combatir la pandemia en insumos como los equipos de protección personal
de calidad”.
Consideran “un agravio para el gremio médico mexicano, toda vez que estos médicos extranjeros no reúnen las competencias requeridas, no tienen funciones debidamente especificadas, no cuentan con los requisitos establecidos por las leyes vigentes, así como carecen del aval de los colegios de profesionistas”.
Más todavía, dicen: “su intervención no ha representado ningún beneficio para la atención de
nuestra población y si es una grave falta de equidad para los médicos de nuestro país”.
¿Habría que añadir algo más? Cabe, pero no tengo más datos.
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@RobertoCienfue1