¿Pronto?

¿Qué es pronto para el titular de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo? La pregunta me parece pertinente porque el secretario Durazo dijo la víspera en Jalisco que “pronto” se cumplirán las metas ofrecidas a los mexicanos para regresar la paz y la tranquilidad en México.

¿Pronto? ¿Un mes? ¿un trimestre? ¿Seis meses? ¿Un año? ¿Al final del sexenio? ¿Qué deberíamos entender por “pronto”?

Pero en realidad creo que “pronto” no nos dice nada a los mexicanos. Menos aun cuando las cifras sobre criminalidad se mantienen altas aun en medio de la pandemia, si bien es cierto también que en enero de este año y conforme cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), hubo en México 2 mil 892 asesinatos, de los cuales 2 mil 819 son considerados homicidios dolosos y 73 feminicidios. Estas últimas cifras, también es cierto, significan una baja de 2.8 por ciento contra diciembre de 2019, cuando se registraron 2 mil 977 casos investigados como homicidios dolosos y 92 feminicidios, una leve alza, sin embargo en este último delito durante el periodo referido.

Se trata, con base en estos datos oficiales, de una merma poco o nada sustantiva en el número de homicidios para el primer mes de este 2020, pero no contra los 34 mil 582 ocurridos en 2019 con un promedio cotidiano de 95 asesinatos por día, el índice más alto desde su registro.

El pedir tiempo y más tiempo para garantizar la seguridad pública del país, ya los mexicanos no tenemos tiempo porque estamos agotados. En abril del 2019, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que bastarían seis meses, sí, seis meses, para consolidar su estrategia de seguridad consistente en la mejora del bienestar de la ciudadanía, la creación de la Guardia Nacional y la erradicación de la corrupción. 

"El mexicano no es malo por naturaleza", dijo entonces en Veracruz el presidente, quien ratificó hace más de un año que "lo fundamental es que haya trabajo, se atienda a los jóvenes y haya bienestar". Pero resulta que ni lo uno ni lo otro porque a diferencia de abril del 19, cuando no sospechábamos siquiera del Covid-19, en abril del 2020 se nos vino con todo la pandemia, que no sólo restó bienestar a la población, sino que lo arrebató en amplias franjas poblacionales. 

La Guardia Nacional, la joya de la corona contra el crimen, se utiliza hoy como el muro migratorio de Donald Trump en suelo mexicano y eso de que ya se acabó la corrupción pues está por verse o entre azul y buenas noches como decimos los mexicanos.

Casi en la misma tesitura, el secretario Durazo dijo ayer en Jalisco que “pronto” regresarán al país la paz y la seguridad. Esta vez al menos no fijó plazo alguno, pero si recurrió al viejo ardid de la transformación en la que presuntamente estamos y que se presume dará frutos más que apetecibles, aunque cada vez se vean más lejanos e irreales.

Dijo Durazo que “toda transformación genera resistencias”. Supongo que alude a la resistencia del crimen organizado, que reta y golpea con más vehemencia que nunca. Vea si no el atentado en Ciudad de México contra el jefe de la Policía capitalina, Omar García Harfuch, o los desplantes cotidianos de “El Marro”, por citar un par de ejemplos.

Aseguró el titular de Seguridad y Protección Ciudadana –así se llama la dependencia en la que labora- que ninguna de las resistencias a la transformación “va a vencernos en el ámbito de la seguridad pública”. Eso dijo.

Pero insisto en la pregunta qué significa “pronto” para Durazo. Ojalá sea antes de que parta muy pronto, allí sí, rumbo a alcanzar su sueño de convertirse primero en candidato y luego gobernador de su natal Sonora.

This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

@RobertoCienfue1