Un par de militares veteranos de guerra de Estados Unidos hizo pública la víspera una carta al presidente del Estado Mayor Conjunto, general Mark A. Milley, el jefe castrense de mayor rango de ese país, para exponerle sus temores sobre las asechanzas de Donald Trump y un eventual manotazo constitucional de éste si es que pierde las elecciones del próximo tres de noviembre.
Aun y cuando el escenario descrito por estos dos militares estadunidenses pareciera impensable y aún insospechado en un país con una historia de más de 200 años de relevo democrático y constitucional, Paul Yingling, un teniente coronel retirado del Ejército con participación en acciones militares en Bosnia e Iraq, donde tomó parte de la Operación Tormenta en el Desierto y su colega John Nagl, también un veterano de guerra y Director de la Escuela Haverford fuera de Philadelphia, temen un manotazo de Trump ante su “casi” segura derrota electoral en menos de 85 días.
“El presidente de Estados Unidos está activamente subvertiendo nuestro sistema electoral, amenazando con permanecer en la presidencia en un desafío a nuestra Constitución”, consideran ambos militares en una carta inusual en un país de sólida raigambre democrática e institucional como Estados Unidos.
Hacen ver al general Milley que como corresponde en tiempos ordinarios, sus responsabilidades son consistentes con su promesa al asumir su cargo de “apoyar y defender la Constitución de Estados Unidos en contra de todos sus enemigos, domésticos e internos”. Pero con Trump en la presidencia del país, “no vivimos tiempos ordinarios”, indican.
En unos pocos meses, dicen, “usted –general Milley- tendrá que elegir entre desafiar a un presidente que viola la ley o traicionar su juramento constitucional. Escribimos para apoyarlo en pensar con claridad sobre esa alternativa”.
Le hacen ver que si Trump se niega a dejar la presidencia luego de que termine su mandato constitucional, los militares tendrán que retirarlo por la fuerza “y usted tendrá que ordenarlo”, plantean.
Consideran que en una “peligrosa confluencia de circunstancias, el escenario alguna vez impensable de un mandato autoritario en Estados Unidos es ahora una posibilidad muy real”.
En primera, argumentan, debido a que el señor Trump “enfrenta una casi segura derrota electoral” y porque está firmemente minando la confianza ciudadana en nuestras elecciones. Además, una derrota de Trump sería no sólo ignominiosa políticamente, sino también lo sometería a enfrentar cargos criminales.
Se añade, dijeron ambos en el documento, que el señor Trump está formando una milicia privada capaz no únicamente de frustrar la voluntad del electorado, sino también capaz de asegurar el cumplimiento de leyes ordinarias. “Cuando estas fuerzas colisionen el 20 de enero de 2021, los militares del país serán la única institución capaz de preservar nuestro orden constitucional”, anticipan.
Hay muy pocas dudas de que Trump enfrentará la derrota electoral, insisten. El recuento adverso para Trump, señalan, incluye la muerte por la Covid-19 hasta ahora de más de 160.000 estadunidenses y es muy probable que el número alcance los 300.000 en noviembre, argumentan.
Uno de cada diez trabajadores estadunidenses está desempleado y la economía del país en el último trimestre experimentó la mayor contracción en su historia. Casi 70 por ciento de los estadunidenses cree que el país está en la vía equivocada. Los economistas estiman que las oportunidades de Trump de perder la elección permanecen en 91 por ciento.
De cara a estas sombrías perspectivas, señalan, Trump se ha embarcado en una campaña de desinformación permanente para socavar la confianza pública en nuestras elecciones. De manera falsa ha dicho que el voto por correo resulta “inexacto y fraudulento”. Está además de manera activa saboteando el Servicio Postal estadunidense en un esfuerzo por demorar y desacreditar los votos por la vía postal. Sugirió recientemente un aplazamiento de las elecciones, pese a la ausencia de facultades para hacerlo, recuerdan.
Se añade a esto el panorama penal que enfrentaría Trump en caso de perder la presidencia. El Fiscal del Distrito de Manhattan está a cargo de una investigación de la Organización Trump por posible fraude bancario y de aseguradoras relacionado con una sobrevaluación de bienes financieros. El Procurador General de Nueva York realiza investigaciones similares luego de obtener los registros financieros de Trump del Deutsche Bank.
Aseveran estos militares que el señor Trump está siguiendo el manual de los dictadores a través de la historia. Está construyendo una milicia que sólo responderá a él.
Aseguran que estas poderosas confluencias –la eventual derrota electoral de Trump, su asalto a la integridad de las elecciones, un eventual encauzamiento criminal y la creación de una milicia propia- colisionarán el 20 de enero, la toma de asunción presidencial en Estados Unidos.
¿Impensable un escenario de esta naturaleza en nuestro vecino del norte? ¿Cómo saberlo? Nunca digas nunca.
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@RobertoCienfue1