La organización no lucrativa Aldeas Infantiles SOS, dedicada hace más de 70 años a preservar el derecho infantil a vivir en familia, recién alertó a emprender acciones en favor de miles de jóvenes, mujeres y hombres, que egresan al cumplir la mayoría de edad de los sistemas de protección y enfrentan un escenario mucho más sombrío como consecuencia de la Covid-19.
La crisis sanitaria empeoró los escenarios económicos para los jóvenes. Datos de la Organización Internacional del Trabajo indican que uno de cada seis está desempleado, 65 por ciento de los jóvenes considera que su actividad educativa resiente efectos negativos y el 9 por ciento podría abandonar definitivamente sus estudios.
Pero el panorama es más complicado para los jóvenes que han egresado de sistemas de protección, entre ellos orfanatos, albergues, hogares y familias de acogida, hasta que su situación familiar se resolviera o alcanzaran la mayoría de edad.
Pero su camino a la independencia resulta azaroso porque la mayoría al cumplir 18 años debe egresar de los centros de protección donde crecieron, sin educación formal, empleo, vivienda y lo más importante, sin una red de contención debido a la carencia de un núcleo familiar que les proporcione soporte económico y moral.
Miles de niños que crecieron sin el cuidado de una familia ahora son jóvenes que buscan una segunda oportunidad para tener una mejor vida, pero se enfrentan a un sistema desigual con rezagos estructurales en materia de educación, salud, salud sexual y empleo, aunado a las prácticamente inexistentes oportunidades para adquirir y comenzar su vida profesional, sobre todo ahora que la pandemia ha dejado desempleo e incertidumbre.
¿De quién son responsabilidad los jóvenes que crecieron en instituciones o albergues? Plantea Aldeas Infantiles.
“Pedimos al gobierno respuestas urgentes y concretas, dirigidas a apoyar a los jóvenes egresados de sistemas de protección, así como la creación de programas educativos y de capacitación laboral”, señaló a periodistas Gina Rodríguez, Asesora de Alianzas Corporativas de la Oficina Internacional Región América Latina y el Caribe.
Rodríguez cree que la sociedad civil y al sector privado deben compartir la responsabilidad de transformar la realidad de estos jóvenes, entre los más vulnerables. “Está en nuestras manos cambiar su presente y futuro”, apuntó.
En consecuencia, Aldeas Infantiles SOS México hace un llamado a todas las Empresas Socialmente Responsables que tienen la capacidad para ofrecer apoyo en la capacitación y en la oferta de empleos formales a jóvenes egresados de sistemas de protección, a preparar proyectos que marquen una diferencia para éstos mexicanos.
Bajo ese contexto, las empresas deberán mantener su participación en inversión social, ambiental y cultural y permanecer cercanas a los mercados más jóvenes. Una razón más para contar con una oferta que permita fortalecer las habilidades académicas y sociales de las juventudes.
Durante la pandemia, Aldeas Infantiles SOS ha gestionado con el apoyo de Empresas Socialmente Responsables, inversión social y módulos de capacitación para los jóvenes que crecieron en sistemas de protección y que se encuentran camino a la autonomía. Poniendo énfasis en las medidas de bioseguridad necesarias para las personas que trabajan y deban trasladarse en transporte público; y también, en la educación financiera, para que aprendan aspectos importantes como sistemas de ahorro, inversiones, emprendimiento, entre otros.
Estos esfuerzos son el comienzo para el apoyo que los jóvenes necesitan, y abre una convocatoria a todas las Empresas Socialmente Responsables del país para brindar capacitación y empleos formales para la juventud que más lo necesita.
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@RobertoCienfue1