Inversiones urgentes

A propósito del anuncio la víspera de un ambicioso plan de infraestructura en México que incluye 39 proyectos por unos 14 mil millones de dólares, e involucra los sectores de las comunicaciones y transportes, la energía, el agua y el medio ambiente, recordé otro anuncio similar,

 también hecho en Palacio Nacional y en el que al igual que esta vez participaron empresarios prominentes como Carlos Salazar, Carlos Slim, Luis Niño de Rivera y Antonio Del Valle, en noviembre de 2019. Sí, prácticamente hace un año, cuando todavía era inimaginable la pandemia del Covid-19, y su demoledora estela en ámbitos vitales del país.

Una diferencia importante es que en ese anuncio de noviembre de 2019, los mismos empresarios y el gobierno mexicano, hablaron nada menos que de 147 proyectos de infraestructura por un monto equivalente a 43 mil millones de dólares en inversiones para los siguientes cinco años. Asumo entonces que los 14 mil millones de dólares en inversiones en infraestructura son parte del primer paquete.

Alfonso Romo, titular de la Secretaría de la Presidencia y él mismo un empresario, refirió en noviembre de 2019 que los proyectos incluían 45 áreas de trabajo y 147 proyectos de infraestructura que iniciarían en el 2020, este año pues, el del Covid.

Romo fue enfático entonces en advertir que el evento de Palacio Nacional era “real y no político”. Se trataba, dijo, de “un programa viviente”, que quedaría bajo la supervisión de los titulares de las Secretarías de Economía y Hacienda, que estuvieron presentes en ese evento.
Añadió Romo que este programa de infraestructura sería sólo “un primer capítulo” de las previsiones para los próximos cinco años del gobierno de Amlo.
Nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador dijo en noviembre de 2019 que el programa anunciado marcaba la decisión del gobierno de “echar a andar un motor, sin duda el más importante de inversión privada nacional”. Vinieron luego el Covid-19 y su estela demoledora.

El mandatario reconoció la necesidad de la inversión privada para apuntalar el crecimiento económico, generar empleo y abatir la pobreza, algo que como sabemos se ha hecho más urgente para el país en medio de la pandemia y aquejado por un tremendo impacto económico, todavía incuantificable, aunque con signos evidentes de muy grave.
“Aún en China es cada vez mayor la inversión privada”, subrayó en noviembre de 2019 López Obrador ante decenas de empresarios y capitanes de empresa reunidos en Palacio Nacional, al igual que en la víspera.

López Obrador dijo que en México la inversión privada es casi igual al 80 por ciento de la inversión total. Reconoció que la inversión pública “es importante”, pero sólo “como inversión semilla” y para detonar el crecimiento junto con la inversión privada, que hasta en la China comunista es “cada vez mayor”. Asistía la razón al presidente. Urge inversión privada en México, ahora más que hace un año.

Hace unos días, el propio Romo admitió que el sector privado es la “única esperanza” para crecer que tiene México.

El sector público “no tiene recursos suficientes”, admitió el funcionario durante una reunión virtual con el Consejo Nacional Agropecuario recién en septiembre pasado.

“Si la inversión pública está etiquetada, y el gasto restringido, lo único que tiene México para crecer es la inversión privada, sobre todo la nacional, nadie hará más por México que lo que los mexicanos podemos hacer”, expuso.

Ese fue el telón de fondo del anuncio hecho hace dos días en Palacio Nacional sobre el paquete de 39 proyectos de infraestructura por 14 mil millones de dólares, con el que seguramente se espera aminorar el impacto de la pandemia de Covid-19 en la economía.

"Vamos a suscribir un convenio con el sector privado nacional, que va a significar también inversión, empleos, bienestar", dijo el jefe de Estado durante una ceremonia en Palacio Nacional.

Admitió que se trata de “un gran apoyo, hemos tenido mucho respaldo del sector privado y con esto más y es, vamos a decir, apenas el inicio, porque vamos a seguir trabajando y van a haber más inversiones, más empleos y más bienestar".

Salazar, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, dijo que el convenio en materia de inversión en infraestructura envía un mensaje de "certeza y la certidumbre" que han exigido los empresarios y el gobierno muestra su interés en apoyar la inversión privada y en "la importancia de trabajar unidos".

El sector privado se comprometió con López Obrador a promover la inversión pública y privada para que alcance un 25% del Producto Interno Bruto (PIB) en forma de aprovechar “las ventajas competitivas" del país y su renovado T-Mec, así como la industria turística. Ojalá. Urge.
Romo dijo a su vez que "la inversión privada es la mejor vacuna para luchar contra la crisis económica". Tiene razón.

Hace un año, México entró en una “recesión técnica”, según el Inegi. Ahora es mucho peor la situación económica. El tiempo apremia y flagela en estos tiempos de pandemia. Ojalá el plan de inversión en infraestructura resulte. Es clave para el gobierno y más para el país.

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@RobertoCienfue1