El presidente Andrés Manuel López Obrador dedicó buena parte, una parte amplia de su habitual rueda de prensa mañanera para hacer un elogio prolongado, extenso,
contundente de su decisión de incorporar a las fuerzas armadas de México en tareas antes en manos de civiles.
En agudo contraste con su discurso de campaña de años para apartar a los militares de tareas como la seguridad ciudadana, hoy el presidente asume la decisión en sentido contrario y la determinación política de que los militares ocupen posiciones crecientes en ámbitos incluso reservados antes a civiles como el caso del control castrense de las aduanas terrestres y marítimas del país.
Hoy, las fuerzas armadas participan en la construcción de grandes obras de infraestructura y hasta en la siembra de árboles.
La víspera, de gira por Sonora, el presidente hizo un elogio público y prolongado al papel de los militares en su administración. De llamar la atención, más aún cuando hace más de un año, el propio López Obrador se pronunció incluso por la desaparición del Ejército, según una entrevista exclusiva al diario La Jornada con motivo del primer año de su triunfo electoral, y aún mucho antes de que en octubre de este año fuera detenido en Estados Unidos el ex titular de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos Zepeda.
La víspera, en Sonora López Obrador refrendó la naturaleza popular del Ejército.
Las Fuerzas Armadas, los marinos, son pueblo uniformado, vienen del pueblo los soldados, los oficiales. Es muy distinto el Ejército mexicano, la Marina, en México que en otros países, apuntó.
Y fiel a su tradición hizo un recuento de la historia. "El Ejército mexicano surge con la Revolución por el golpe de Estado que se le da al presidente Francisco I. Madero, que lo asesinan; y don Venustiano Carranza llama al pueblo a enfrentar a Victoriano Huerta y constituye al Ejército, al actual Ejército, no es otro ejército", recordó.
Entonces, insistió, el Ejército mexicano, los marinos de México, las Fuerzas Armadas, están en una etapa nueva de apoyo en materia de seguridad para garantizar la paz, porque antes no podían, legalmente estaba impedido por la Constitución que participaran en labores de seguridad pública.
Dijo que se hizo incluso una reforma a la Constitución "porque se necesitaba garantizar la seguridad pública y qué mejor que con marinos y con soldados que están bien formados, que actúan con disciplina, con lealtad, que provienen del pueblo".
Abundó en que además de esa labor que están realizando bien, que ha significado un gran apoyo al gobierno que encabezo, "también en todas las labores de auxilio a la población ahora que se padece de inundaciones ahí están los marinos, ahí están los soldados ayudando a la gente ayudando al pueblo".
Todavía más, dijo que "por si fuese poco, ahora nos ayudan los ingenieros militares en las construcciones. En dos años, en menos, en año y medio se creó la Guardia Nacional y ya hay 96 mil elementos de la Guardia Nacional, esto nunca había sucedido. Nada más aquí en Sonora hay más de dos mil elementos de la Guardia Nacional. Y se están creando estos cuarteles".
Preguntó: "¿Quién construye estos cuarteles? respondió: "los ingenieros militares".
Otra pregunta: "¿Cuánto cuesta construir un cuartel de estos? Veintiséis millones de pesos. ¿En cuánto tiempo construyen los ingenieros militares un cuartel como este? Dos meses y medio".
Imagínense lo que nos vamos a ahorrar, 220 mil millones de pesos porque se está construyendo el aeropuerto 'Felipe Ángeles’ y se abandonó, porque así lo decidió el pueblo, el proyecto de lago de Texcoco, recalcó.
Cuando se le inquirió que los militares tienen instrucción militar, lo que a veces "no es compatible con los derechos humanos", López Obrador dijo: "¿Cómo no? Desde incluso antes de que llegáramos nosotros al gobierno, ya en las Fuerzas Armadas era una asignatura obligatoria la materia de derechos humanos, y ahora con más razón".
Argumentó que "se respetan los derechos humanos, no hay masacres, no hay exterminio, no hay tortura, no somos iguales" y ratificó que "nunca vamos nosotros reprimir al pueblo; pero no sólo por voluntad del presidente, que es el comandante de las Fuerzas Armadas, sino también por la conciencia que hay en los mandos, tanto en la Secretaría de Marina como en la Secretaría de la Defensa".
Ejemplificó con un caso. "Hace como año y medio estábamos iniciando el gobierno y hubo un exceso de unos marinos que actuaron de manera desalmada, detuvieron a unas personas y los asesinaron. La misma Secretaría de Marina ordenó la investigación, se les detuvo y están en la cárcel.
¿Saben cuánto tiempo después llegó la recomendación de derechos humanos? Un año después".
Recetó la fórmula: "Cuando uno actúa con principios, con humanismo, pues sabe muy bien cuáles son las responsabilidades, los límites de la autoridad y lo que significa el respeto a la vida, no hace falta que venga una recomendación de una fundación o de una institución en México, o del extranjero, que nos vengan a decir qué tenemos que hacer. Eso se hacía cuando no había autoridad moral, cuando no había autoridad política".
Este elogio presidencial tan vehemente debe haber calado hondo en el seno de las fuerzas armadas del país, que seguramente están lo que sigue de contentas.
This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.
@robertocienfue1