Corrupción

Nada contento deberá estar a estas horas el presidente Andrés Manuel López Obrador ante el informe del Departamento de Estado estadunidense sobre el respeto a los derechos humanos en México,

 el grado de impunidad que prevalece y los señalamientos críticos, muy críticos, hechos de manera directa contra la titular de Notimex, la Agencia de Noticias del Estado Mexicano, Sanjuana Martínez Montemayor, acusada de atacar a periodistas. Tampoco debe alentar a nuestro presidente que se señale que los periodistas que asisten a la conferencia de prensa mañanera y le hacen cuestionamientos difíciles resulten víctimas de ataques a través de Internet. Y claro que debe molestar, incomodar muchísimo al presidente, este tipo de señalamientos, a los que seguramente responderá esta misma mañana si es que se lo preguntan o incluso sin que lo hagan, él tome la batuta como suele hacerlo de dar respuesta a estas críticas contenidas en un informe del Departamento de Estado, especialmente porque ya nos ha dejado saber que su pecho no es bodega. Veremos y sobre todo escucharemos la respuesta y/o los comentarios presidenciales al informe estadunidense del 2020.

Por lo pronto y de manera casi coincidente con el informe, el presidente lanzó la víspera en su podio matutino una lanza cargada de veneno contra casi todo periodista en este país, que en su opinión y salvo excepciones, dijo, está alquilado o comprado por el conservadurismo. Él lo dijo. Es más, voy a citarlo textualmente para que no haya confusión alguna y se me vaya a confundir como un lacayo del conservadurismo, y peor aún, se me considere una pluma alquilada o comprada por los adversarios del presidente. Cito al señor presidente: "el conservadurismo los tiene a todos, casi a todos, comprados o alquilados, con honrosas excepciones; o sea, es un periodismo, el que se ejerce desgraciadamente, desde luego no quiero generalizar, pero sí es un periodismo corporativo, proempresarial, incluso no sólo proempresarial, un periodismo que protege la corrupción; entonces, tenemos que decir nosotros algo, no prohibir, no censurar, pero sí ejercer el derecho de réplica que es lo que hacemos, porque de lo contrario nos aplastarían".

¡Vaya dardo contra el periodismo y sus practicantes! Me pregunto si el señor jefe del Ejecutivo federal tiene pruebas y de tenerlas por qué no denuncia a esos periodistas corrompidos para que se les sancione conforme a derecho. Lanzar una acusación semejante contra "todos" o "casi todos" los periodistas de este país carece de fundamento e indicaría más bien que este señalamiento estigmatizante tendría otros propósitos, alejados eso sí de los estrictamente exigibles y justificados en el caso de un Jefe de Estado.

Sobre los señalamientos contra la titular de Notimex, una decisión del presidente López Obrador, no hace falta agregar mucho más. Los hechos, ilegalidades, abusos y numerosas tropelías en las que ha incurrido Sanjuana al frente de la Agencia noticiosa del Estado, hablan por sí solos. Y aun así, el presidente la ha defendido a capa y espada. La directora de Notimex, hoy señalada por el Departamento de Estado como una funcionaria que vulnera los derechos de periodistas, ha sido numerosas veces puesta en evidencia por personas e instituciones del país sin que ninguna prueba y/o denuncia laboral de las muchas que obran por ejemplo en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje haya hasta ahora hecho reflexionar al gobierno sobre el ejercicio de Sanjuana al frente de Notimex, sumergida hace más de un año en un conflicto laboral que tiende a envejecer o añejarse sin solución a la vista, y más bien con la sospecha de que se pudre en perjuicio de cientos de trabajadores y familias, vulneradas, humilladas y flageladas sin que muy desafortunadamente el gobierno actúe.

Una vez más, las alertas se han encendido. Esta vez por un informe del Departamento del Estado del país vecino sobre los embates a los periodistas en México en la gestión gubernamental en curso. Muy lamentable que esto ocurra en un gobierno que reivindica la fraternidad, la honestidad y la diferencia respecto a los que lo precedieron y que han sido considerados en la narrativa oficial vigente como los peores en la historia del México contemporáneo.

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@RoCienfuegos1