Insisto en el tema de Notimex, la Agencia de Noticias del Estado Mexicano, porque se trata de un conflicto que está castigando de manera injusta y grave
a decenas de trabajadores de esa empresa pública. También porque revela que al presidente Andrés Manuel López Obrador se le está engañando, la cual es de suyo muy delicado, y también retomo el tema porque la persona en la que él confió y en la que sigue confiando lo metió ya en una situación que tendrá repercusiones -ya las está teniendo, de hecho- políticas, económicas y aún legales. En efecto, aludo a la titular de Notimex, Sanjuana Martínez Montemayor.
Citemos hechos concretos y verificables. La señora Sanjuana arremetió prácticamente desde su llegada a la Agencia en marzo de 2019 contra los trabajadores, miembros por lo demás del Sindicato Único de Trabajadores de Notimex, el Sutnotimex. Lo hizo de una forma burda, grosera y, peor aún, ilegal. Es comprensible que con la llegada de una nueva administración en cualquier empresa, sea ésta pública o privada, se perfilen y acometan cambios como parte de una nueva orientación, propósitos y metas. Es habitual que esos fines u objetivos supongan cambios incluso de personal. Hasta allí resulta normal y aun necesario muchas veces.
Lo anormal es que Sanjuana haya procedido al margen de la ley al momento de despedir a cientos, si, cientos de trabajadores. Lo hizo de pésima forma, incluso con amenazas, amedrentamiento policial y lo peor, burlando las previsiones de ley para esos casos. Esa actuación, al margen del perjuicio que generó para cientos de familias, explica las demandas laborales en curso, conforme a derecho y que deberán resolverse, éste, el siguiente o subsecuente sexenio. No hay por la vía legal forma de evitarlo. Cuando concluyan esos procesos, es altamente probable que Sanjuana haya dejado de causar daño en Notimex, pero dejará saldos económicos desastrosos y seguramente cuantiosos que el Estado mexicano tendrá que solventar con base estrictamente en la ley.
Además del daño patrimonial causado en Notimex -cuya existencia ha puesto Sanjuana en vilo- el gobierno del presidente López Obrador resentirá en algún momento el impacto de la gestión sanjuaniana como recién ocurrió con un informe del Departamento de Estado estadunidense, según el cual la titular de la Agencia ha atacado a periodistas críticos o simplemente no afines a la 4T en curso. Desestimó el presidente este informe estadunidense, sustentado en buena parte en investigaciones previas de organismos como Artículo 19 e ITESO. López Obrador se fue por las ramas y defendió a Sanjuana al considerarla una periodista consecuente, que se enfrentó a grupos de intereses creados. Dijo que los temas abordados por el Departamento de Estado sólo corresponden a los mexicanos y dijo que los mexicanos no podemos opinar sobre lo que sucede en otro país. Más de una vez, el presidente si ha opinado sobre lo que ocurre en otros países. Baste recordar por ejemplo las comparaciones que ha hecho con numerosos países respecto al impacto del Covid-19, el manejo de las políticas contra la pandemia y más recientemente, el manejo mexicano frente a la crisis eléctrica que impactó a Estados Unidos -específicamente el caso Texas- y nuestro país. Hay más opiniones sobre varios temas más que atañen a otros países y que emitido el presidente, con todo respeto, claro, pero citemos por ahora sólo éstas.
Todo indica que Sanjuana ha engañado al presidente con un discurso a modo y que encanta al primer mandatario. Segú ese discurso, todos, así, todos aquellos vinculados a Notimex antes de la era AMLO, eran periodistas corruptos, y al servicio del PRI primero y del PAN más tarde. Notimex representaría el peor rostro del periodismo servil, y por lo tanto merece ser aniquilada, así sea por encima de la ley y sin necesidad de probar nada de manera objetiva, fehaciente y muchos menos sustentada jurídicamente. Al patíbulo, esos de Notimex, parece ser la consigna y sobre todo el argumento con el que Sanjuana se ha ganado al presidente, así sea a costa de engañarlo. Muy grave.
En su lance y con el manto protector presidencial, Sanjuana sigue desdeñando incluso las mesas de trabajo en la Secretaría de Gobernación, donde desaira a la titular Olga Sánchez Cordero, a la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde Luján y al vocero presidencial, Jesús Ramírez Cuevas.
Y si esto hace con dos secretarias de Estado y el vocero de la presidencia, ya podrá usted afable lector (a) darse una idea de lo que ha hecho con los trabajadores de Notimex, que aún soportan una huelga que ya entró en su segundo año. Así, y aunque usted no lo crea. Sin embargo, nada es para siempre y el presidente lo sabe bien. Antes fue el candidato rebelde, tenaz, persistente. Hoy es el presidente. Llegará el día en que rinda cuentas y pase al retiro en su rancho de Palenque. Sanjuana sólo será el peor recuerdo de Notimex, si es que ésta la sobrevive.
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@RoCienfuegos1