Hay tozudeces que se pretenden golpes audaces de quienes las abrazan cuando en realidad se trata de engañifas viles que desacreditan a quienes incurren en ellas, aún y cuando todo indica que poco les importa. Pero es claro que ese tipo de conductas deberían evitarse
especialmente cuando se gobierna. Después de todo no hay engaño que en México dure más de seis años.
Viene este breve comentario a propósito de la súbita preocupación presidencial en México sobre el cambio climático, la preservación de los recursos petroleros para las futuras generaciones y aún la colaboración con la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Pero además de una cumbre climática que mañana jueves tendrá lugar de manera virtual y en la que tomará parte el presidente Andrés Manuel López Obrador, invitado por su colega estadunidense, Joe Biden.
Al respecto conversé con el experto petrolero y director general de Energía a Debate, David Shields, quien recuerda que al igual que sus antecesores en la presidencia del país, López Obrador no sabe ni puede elevar la producción de petróleo en México, y frente a esa realidad ha optado por un cambio en el discurso.
Shields señala que al igual que antes los ex presidentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto prometieron una mayor producción de petróleo, López Obrador dijo que incrementaría la producción de 1.7 a 2.6 millones de barriles diarios e incluso hasta tres millones de barriles por día.
¿Pero qué pasa? pregunta Shields. Pues simplemente que "no pueden y no saben cómo elevar la producción", que de hecho sigue bajando porque los grandes yacimientos, ya maduros, agotados o están en proceso de agotarse, mientras que los nuevos yacimientos "no son tan buenos".
Se añade que tampoco hay presupuesto para elevar la producción y carecen del nivel técnico y las políticas adecuadas. "Tienen todo mal para elevar la producción", advierte este experto petrolero.
De hecho, sostiene que el gobierno de López Obrador está maquillando la producción para que no se note mucho que está a la baja.
Añade que López Obrador ya se dio cuenta de que la producción no tiene probabilidades de subir y por ello "ahora dice no vamos a subir la producción porque vamos a preservar el petróleo para las futuras generaciones". Lo que hizo, agrega Shields, es cambiar el discurso ante la imposibilidad de modificar la realidad petrolera del país.
Recordó que incluso la semana pasada, López Obrador dijo que México sí apoyó a la OPEP para aminorar la producción con una merma de 100 mil barriles diarios.
Pero al principio, expone Shields, no le importó la OPEP ni mucho menos mitigar el cambio climático o las futuras generaciones. Tampoco que mantendría la producción o elevaría las reservas.
Se añade, apunta Shields, el hecho de que para subir la producción, se requieren muchas condiciones, pero "sobre todo más dinero". Hoy se invierten unos diez mil millones de dólares al año en Pemex, pero la realidad es que se necesitarían unos 30 mil millones de dólares.
Se requiere además un buen plan, hacer asociaciones con privados para tener los fondos requeridos. También se necesita un mejor nivel técnico y hacer "fracking", que rechaza López Obrador.
Este nuevo discurso de López Obrador coincide, apunta Shields, con la reunión este jueves 22 en la cumbre climática convocada por Biden. Es de notar que es la primera vez que López Obrador menciona algo del cambio climático en su presidencia de más de dos años, señala Shields.
¿Se vale cambiar el discurso? Claro que se vale, en particular cuando no hay forma de modificar la realidad bajo la condición por supuesto de admitirlo. Cambiar el discurso con la finalidad de disimular la realidad, eso es otra cosa.
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@RoCienfuegos1